Patricia Ilgner fue apuñalada en la calle. Su familia dice que llevaba meses escondiéndose. El agresor quedó detenido.
Una mujer de 57 años denunció dos veces a su marido por violencia de género tras 30 años de ser víctima de violencia de género en Villalonga, 170 kilómetros al sur de Bahía Blanca, y por miedo llevaba seis meses escondiéndose de él y sus ataques.
Una de las hijas de la pareja, utilizó sus redes para contar que “en mi familia, hay una mujer víctima de violencia de género durante más de 30 años. Ella tuvo el coraje de salir…”. Sin embargo, dos días después el hombre la encontró caminando por el pueblo, bajó de su camioneta y la apuñaló varias veces y la mató.
El femicidio ocurrió el viernes pasado y este lunes por la noche los vecinos de la población de unos 4.500 habitantes ganaron la calle con velas para exigir justicia. El agresor, Juan Pedro Recondo (58) fue retenido en el piso por los empleados de un taller mecánico, hasta que llegó la policía y lo apresó en la esquina de Sarmiento y 17 de agosto. No declaró ante la fiscalía bahiense de Homicidios.
Tras la movilización en pedido de justicia por Patricia Ilgner, Marina Recondo una de los cuatros hijos de la pareja aseguró que “mi mamá empezó esta lucha, la justicia no llegó, pero todos juntos lo vamos a lograr”.
Fue ella quien 48 horas antes del crimen había advertido a través de las redes sociales sobre lo que había sufrido su mamá y la decisión de dejar su casa. “La falta de políticas sociales mata mujeres inocentes todos los días. Gracias por las rutas, pero hagan algo para que dejen de matarnos!!!”, se había quejado.
Desde el entorno de Ilgner aseguraron que su marido tenía una restricción de acercamiento a la mujer, pero se había vencido en julio pasado. Las denuncias habían sido realizadas ante la comisaría de la mujer de Villalonga. Esa oficina especializada fue abierta en la localidad, pese a no ser la más poblada del distrito de Patagones, por la cantidad de casos de violencia contra las mujeres registrados en los últimos años.
Recondo pasó el fin de semana largo preso en la comisaría de Carmen de Patagones, a la espera de un cupo en las cárceles de la zona, donde será alojado hasta la realización del juicio oral. En ese debate, podría acusárselo de femicidio. Ligado desde siempre al sector agrícola, el principal de la región, había sido propietario de una firma acopiadora de cereales que quebró hace unos años.
no le toman la denuncia ni boton antipanico