Fue detenido en San Justo, pero operaba en Capital. Tenía una condena en suspenso por ejercicio ilegal de la medicina de agosto del año pasado.
Un hombre de 52 años que se hacía pasar por médico fue detenido en San Justo, luego de ser denunciado por recetarle a una joven de 16 años un analgésico cuando la menor tenía dengue.
La familia de la joven había pedido un médico a domicilio a su obra social porque su hija tenía fiebre. Al llegar la ambulancia, el falso médico y el chofer se presentaron a la familia sin barbijos e incluso saludaron a la mujer con un beso. Cuando la señora lo cuestionó, este le habría dicho: “Si te vas a morir, te morís igual”.
El sujeto se hacía pasar por doctor a domicilio y trabajaba con su propia ambulancia para la empresa Securus Life.
Al momento de revisar a la adolescente, el falso profesional le tomó la temperatura y el oxígeno en sangre y les dijo a los adultos que su hija no tenía Covid-19, por lo que le recetó paracetamol sin firma ni sello.
Finalmente, la joven fue trasladada al Hospital Garrahan, donde estuvo internada 5 días por padecer dengue.
La familia presentó la denuncia y la investigación fue llevada adelante por la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas número 35, a cargo de Celsa Ramírez, quien solicitó la detención y allanamientos tanto en el domicilio como en la empresa del imputado.
El falso médico fue detenido cuando intentaba escapar de su casa, en la localidad bonaerense de San Justo, a bordo de un remis. Durante los allanamientos, se secuestraron documentos valiosos para la causa y la ambulancia.
“Solicité la detención porque este hombre fue condenado a una pena de un año y 3 meses por ejercicio ilegal de la medicina en agosto de 2019 en Malargüe, provincia de Mendoza. Esa sentencia fue confirmada en febrero de este año”, explicó la fiscal Ramírez.
El sujeto no solo fue imputado por ejercicio ilegal de la medicina sancionado en el artículo 208 del Código Penal, que provee una pena de prisión de quince días a un año, sino que también por el artículo 205 que sanciona con seis meses a dos años de prisión, al que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia.