Después de estar 72 horas prófugo, Leonardo Duval fue encontrado en una parrilla ubicada debajo de un puente cercano al Mercado Central: se había afeitado para que no lo reconocieran.
Tras permanecer 72 horas prófugo, Juan Leonardo Duval, acusado por el femicidio de Gloria Domínguez, la joven comerciante que fue asesinada el lunes en Villa Luzuriaga, fue detenido.
Fuentes policiales informaron que Doval, fue apresado en una parrilla ubicada debajo del Mercado Central de Buenos Aires. Según fuentes policiales, el sospechoso se había afeitado para no ser reconocido. Ahora el presunto femicida fue puesto a disposición del fiscal Gastón Duplaa, a cargo de UFI especializada en Homicidios de la Matanza y podría ser indagador en las próximas horas.
El ahora detenido está acusado por los delitos “abuso sexual con acceso carnal en concurso real con homicidio agravado por ser criminis causa y por femicidio”, que prevé una pena única a prisión perpetua.
#Femicidio | Gloria Domínguez Zimmerman presentaba fracturas en la cabeza y signos de abuso sexual. Sigue la búsqueda del único sospechoso, un hombre con antecedentes por violación que ya estuvo 17 años preso. https://t.co/b0eZdwtlOu
— Será Justicia (@serajusticia) June 16, 2021
La difusión de la cámara de seguridad que registró el rostro del hombre que acompañaba a Gloria fue clave para que los investigadores pudieran identificarlo. Es que la propia hermana de Duval fue quien lo identificó y enseguida denunció que se trataba de Juan Leonardo, conocido por todos como “Leo”.
Al mismo tiempo contó que su hermano había estado preso durante 17 años y que tiene antecedentes por abuso sexual. Poco después, y por pedido del fiscal Duplaa, la Justicia allanó el departamento en el que supuestamente vivía. No lo pudieron detener pero hallaron elementos de suma importancia para la investigación, como barbijos y gasas con manchas de sangre.
El femicidio
El hecho se produjo el lunes por la tarde y según la principal pista que manejan los detectives es que Gloria fue asesinada a golpes en medio de un ataque sexual. Todo indica que la mujer, que era dueña de un kiosco, fue engañada por el asesino, quien supuestamente la citó allí con la excusa de venderle una panchera para su negocio.
Gloria estaba junto a su hijo de 5 años, quien quedó solo hasta que un vecino lo encontró deambulando por la zona. “Estaba llorando detrás de una reja”, reconoció el hombre. El niño explicó que “un señor le sacó la ropa a mi mamá y la mató”. Enseguida, personal policial halló el cuerpo de Gloria: estaba semidesnuda, con golpes en la cabeza y heridas de arma blanca.
Según las primeras pericias, la mujer murió por un fuerte golpe producido con un objeto contundente de cerámica, como un inodoro o vanitory que se hallaba en el predio abandonado.
