Además, abrirán una investigación por encubrimiento contra las autoridades del Sanatorio de la Trinidad, donde murió el 6 de febrero de 2018 durante una práctica de endoscopía.
En el cierre del juicio por la muerte de la periodista y legisladora Débora Pérez Volpin, la querella que representa a la familia pedirá “fuertes y ejemplares penas” para la anestesista Nélida Puente y el endoscopista Diego Bialolenkier, acusados de “homicidio culposo”.
El abogado Diego Pirota pedirá la condena máxima para Bialolenkier, que implica una pena efectiva, por lo que quedaría detenido, mientras que también solicitará que ambos reciban diez años de inhabilitación para ejercer la profesión. En el caso de la anestesista, el pedido es de una condena por tres años pero sin prisión efectiva.
“La sorpresa sería si Bialolenkier se sienta y nos cuenta qué pasó realmente en el momento en el que lesiona el esófago de Débora. O que diga ‘Yo no lo advertí, no me di cuenta que ha pasado acá, pero fui yo quien lesionó”, dijo el letrado antes de ingresar a dar su alegato, y agregó: “Como su declaración anterior fue muy acotada, siempre sostuvo que no hizo nada malo y que no tuvo conocimiento de la lesión, suponemos que hoy va a decir lo mismo. Igual si declara o no declara, con todas las pruebas del expediente, es irrelevante”.
“Ya a esta altura con todo lo que se sabe en la causa y con todos los testimonios y sobre todo del informe de la autopsia y de los peritos de la Corte ya conocemos qué pasó, ya sabemos qué es lo que hizo”, señaló el abogado.
Durante su alegato, el letrado ratificó que la muerte de la periodista fue “exclusivamente por un error médico”. Y agregó: “Hoy estamos juzgando a dos médicos que consideramos responsables por la muerte. No todos los endoscopistas perforan a un paciente, ni todos los anestesistas no pueden reanimar a un paciente”.
A su vez, el abogado sostuvo que “la perforación se produjo en el minuto uno y se desparramó por todo el cuerpo”. “Débora dejó de respirar, el corazón dejó de funcionar y los médicos no se dieron cuenta. Siguieron con el procedimiento y nunca se dieron cuenta”, aseguró, mientras que afirmó que “no existió ninguna patología previa. Las patologías previas que tuvo Débora no tienen ninguna relación de causalidad con el evento”.
Luego de Pirota, será el turno de la fiscalía y de las dos defensas. Después, se prevé que el juez Javier Anzóategui, del Tribunal Oral Criminal 8, disponga cuarto intermedio, últimas palabras y finalmente veredicto.
Además, la familia de Pérez Volpin abrirá una investigación contra las autoridades de la clínica de la Trinidad, donde la periodista murió el 6 de febrero de 2018 durante una práctica de endoscopía, por encubrimiento, debido a que se sospecha que se cambió el endoscopio utilizado.
El equipo secuestrado en la causa tiene el número de serie limado, mientras que un informe del registro de signos vitales entregado a la Justicia está incompleto, cuando en el juicio un empleado del sanatorio dijo que lo entregó de manera completa a las autoridades del sanatorio.
y tambien al edoscopio le borraron el numero de serie para entorpecer la investigacion con tal de zafar cualquier cosa pero no lo van a lograr