La discusión incluirá una serie de reuniones informativas durante un lapso de 15 días. Luego, las comisiones resolverán el avance de la iniciativa al recinto. En una carta, el Sumo Pontífice reiteró su oposición: “¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema?”.
Luego de que el Gobierno enviara el proyecto para legalizar la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), la Cámara de Diputados abrirá la próxima semana el debate en comisión.
El cuerpo legislativo buscará tratar la iniciativa en sesiones extraordinarias antes de fin de año junto con el “Plan de los Mil Días”, que tiene por objetivo acompañar maternidades vulnerables.
De acuerdo a fuentes parlamentarias, el análisis en Diputados empezará entre el lunes y el martes y es probable que haya varios encuentros semanales. Previamente, este jueves se reunirán las autoridades de las cuatro comisiones por las que pasará el proyecto para organizar el esquema de trabajo.
Debido a que el debate incluirá la realización de sesiones informativas por un lapso de 15 días, en el encuentro de esta semana se definirá quiénes serán los expositores, que estarán divididos en cuatro grupos: científicos, sanitaristas médicos, religiosos y juristas.
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Concluidas las presentaciones, el proyecto se discutirá en comisiones para pasar luego al recinto, algo que se espera que suceda antes de que termine diciembre.
La postura del Papa Francisco
En una dura carta el Sumo Pontífice reiteró su oposición al aborto legal y manifestó: “¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema?”.
La carta, enviada a la diputada nacional del PRO Victoria Morales Gorleri, fue en respuesta al mensaje que le transmitieron un grupo de mujeres de los barrios populares Rodrigo Bueno, 31 y de José León Suárez, que le pidieron que se manifestara en relación al proyecto para legalizar el aborto.
En la carta, que tiene fecha el 22 de noviembre, Francisco manifestó que “el problema del aborto debe tener presente que no es un asunto primariamente religioso sino de ética humana, anterior a cualquier confesión religiosa”.
Sostuvo que “hace bien hacerse las dos preguntas”, y expresó: “¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema?”.
