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El acusado por el femicidio de Campana le confesó a su padre: «Maté a una persona y la quemé en la parrilla»

Fue el testimonio que dio en su declaración ante la fiscal Brizuela. Tanto él como su esposa negaron haber participado en el asesinato.


El presunto femicida de Campana, Agustín Chiminelli, le confesó a su padre que había matado y quemado a una persona momentos antes de que llegara a su casa la Policía bonaerense, según reveló su padre en la declaración.

«Maté a una persona y la quemé», le reveló Carlos Chiminelli en su testimonio ante Brizuela, según señalaron fuentes judiciales, en relación a la confesión que le habría hecho su hijo después de ocurrido el crimen de Abbondanza, de 38 años.

El hombre de 69 años también se desvinculó del femicidio, lo mismo que hizo su esposa, Liliana Esther Sánchez, de 64, la primera en dar su testimonio.

Por su parte, el presunto femicida (24 años) fue el único que se negó a declarar, en lo que parece ser la estrategia del defensor oficial que representa a los tres detenidos.

Los 3 permanecen detenidos desde el sábado pasado, luego de que personal de la Policía Bonaerense hallara los restos quemados de la víctima en una parrilla ubicada en la terraza de la casa familiar en Campana.

La madre también fue indagada y negó tener vínculos con el asesinato y que recién se enteró de lo ocurrido cuando llegó la Policía al domicilio donde fue hallado el cuerpo mutilado y parcialmente quemado de la víctima.

Además, admitió actos violentos de su hijo hacia ella, su marido y las novias del muchacho.

El femicidio de Abbondanza fue descubierto el sábado a la mañana en una casa situada entre las calles Moreno y Alberdi, en Campana, en medio de la desesperada búsqueda de la mujer de 38 años, quien había sido vista con vida por última vez por su hija el día anterior, a las 17:30, cuando sacó a pasear a su perro.

La titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 2 dispuso revisar cámaras de seguridad privadas y una de ellas tomó el momento en el que Abbondanza ingresó por sus propios medios en la casa de la esquina, donde vive Agustín Chiminelli.

El presunto femicida, antes de ser apresado, reseteó de fábrica el teléfono celular, situación que, por el momento, impidió recuperar información y los últimos mensajes enviados y recibidos del sospechoso.

Las cámaras de seguridad de una vecina captan a Abbondanza entrar a la casa del presunto criminal por voluntad propia y ya alrededor de las 4:00 del sábado se love a Chiminelli hijo salir de su vivienda con el perro de Abbondanza como si fuera a pasearlo.

En el regreso, el perro no tenía puesto el pretal ni la correa, ya que los mismos estaban manchados con sangre y los puso el asesino en una bolsa, junto con la ropa ensangrentada de la mujer asesinada en un terreno baldío situado a dos cuadras del domicilio del sospechoso.

Por su parte, alrededor de las 5:00 el perro fue soltado y regresó a la casa de Abbondanza, con manchas de sangre en el pelaje.

Los investigadores policiales revisaron los tachos de basura de la cuadra y hallaron una bolsa similar a las que había dentro del inmueble con una mancuerna, un buzo y una toalla, todo con sangre.

A partir de las imágenes de las cámaras de seguridad y con las pruebas halladas en las cercanías de la casa del sospechoso, la Justicia ordenó un allanamiento de urgencia.

En la propiedad de la familia Chiminelli fueron encontrados los restos de la víctima, estaban quemados en la parrilla de la terraza.

La mujer falleció de un traumatismo cráneo encefálico severo, presuntamente provocado por el golpe con una mancuerna, y luego el cuerpo fue mutilado y quemado con la intención de hacerlo desaparecer.