Después de abandonar el Grupo de Lima, se envió una carta a la fiscal que investiga violaciones a los DDHH de la gestión chavista para quitar su aval al expediente. La denuncia había sido presentado por el gobierno de Mauricio Macri junto a países de la OEA.
Tras salir del Grupo de Lima, el Gobierno de Alberto Fernández retiró su apoyo a la demanda que el bloque interpuso contra el régimen de Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI), por crímenes de lesa humanidad en Venezuela.
“El Gobierno de la República Argentina se retira de dicha remisión como así también de toda presentación realizada en ese marco, incluyendo la Nota OI 48/2019 del 30 de septiembre de 2019 vinculada a un informe elaborado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Argentina”, afirma la carta enviada a la Fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda.
Bajo ese contexto, se explicó que “el proceso sigue su curso”, y detallaron: “La investigación de la fiscalía sigue su curso, no depende de nosotros”.
Si bien el Ejecutivo envió una carta a la sede de la CPI en La Haya explicando la situación el pasado 25 de marzo, la noticia se conoció ayer. En la misma, Argentina puntualizó que ese retiro es “sin perjuicio de las acciones que la Fiscalía lleva a cabo relativas a la situación de Venezuela conforme a lo establecido en el Estatuto de Roma, respetando la independencia judicial”.
Hace dos meses, el Gobierno de Alberto Fernández oficializó su salida del Grupo de Lima, y explicó que la decisión se tomó por diferencias con el trato que ese bloque le dio a la situación de la crisis de Venezuela, que, según entiende el país, “no ha conducido a nada”.
De esta forma, el Ejecutivo nacional tuvo un gesto de acercamiento a la administración de Nicolás Maduro, y ratificó que su intención es trabajar para «encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado».
El Grupo de Lima está integrado por Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Paraguay y Perú.
Durante el Gobierno de Mauricio Macri, la Argentina había tenido fuerte protagonismo en el grupo, ya que la postura de Juntos por el Cambio fue aceptar a (el líder opositor de Venezuela Juan) Guaidó como presidente de Venezuela, algo que se modificó con la llegada al poder de Alberto Fernández.