Carlos Eduardo José, oficiaba en el Instituto San José Obrero. Desde 2017 se encuentra detenido acusado de “abuso sexual gravemente ultrajante” agravado por su cargo eclesiástico.
En los Tribunales de San Martín empieza hoy el juicio contra el excura Carlos Eduardo José, acusado de “abuso sexual gravemente ultrajante” agravado por su cargo eclesiástico en el Instituto San José Obrero, de la localidad bonaerense de Caseros.
La denuncia, que hizo en abril del 2017 Mailín Gobbo, exalumna de la institución, relata una serie de hechos que ocurrieron entre 1999 y 2008. Además, la Justicia investiga otras tres denuncias contra José, realizadas por alumnas de la misma institución.
“Lo único que espera es que el fallo ayude a las demás”, señaló Héctor Silveira, abogado de la denunciante en diálogo con Página/12. Por otro lado, advirtió que, como querellantes, pedirán “la sentencia máxima”, es decir, 20 años de prisión.
El juicio seguirá el viernes 5, jueves 11 y viernes 12 de febrero, con más de ochenta declaraciones, propuestas por la fiscalía y por la defensa del imputado.
Las situaciones por las cuales la denunciante, que hoy tiene 33 años, recurrió a la Justicia, ocurrieron mientras ella cursaba en el Instituto San José Obrero, en el año 1999, pero también después, cuando se cambió de escuela, porque el ex cura era amigo de sus padres y seguía visitando su casa con frecuencia.
“Cuando él venía a cenar yo me iba. Me daba asco y no sabía por qué”, contó Gobbo en una entrevista televisiva. Su primer recuerdo de la situación de abuso fue en una pileta, cuando ella tenía diez años, “él me agarraba de abajo y me tocaba”, agregó la mujer.
Por otra parte, Silveira contó que el excura José “la sacaba (a Mailín) de clases todos los días. La llevaba a un sótano, a una oficinita. Tenía la autoridad para entrar a la clase y decir: tal y tal vienen conmigo”.
Si bien Gobbo presentó la denuncia ante la Justicia en 2017, ella ya había denunciado a José ante el Obispado de San Martín en 2009, cuando pudo contarle a sus padres lo que le había pasado. Pero como respuesta, las autoridades del clero, a cargo del Monseñor Guillermo Rodríguez Melgarejo, intentaron silenciar a la familia y trasladaron al sacerdote a la parroquia San José Obrero de Tandil, a cargo de la diócesis de Azul.
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El año pasado, en el marco del aislamiento social por la pandemia del coronavirus, la defensa del excura pidió la excarcelación, que la Justicia bonaerense le negó, por lo que espera el juicio en la cárcel de José León Suárez, donde está detenido desde julio del 2017, cuando luego de permanecer una semana prófugo el tribunal consideró necesaria la prisión preventiva.
Ese mismo año, el párroco presentó la renuncia clerical a su cargo, mediante la cual “dejó de ser cura”.
Por su parte, Jazmín Detez, quien radicó la denuncia junto a Gobbo, hace tres años, espera que la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires dicte el veredicto para que su causa pueda llegar a juicio.
En la misma situación están Cecilia Burgos y Karen Maydana, dos ex alumnas del mismo Instituto de Caseros que también denunciaron a José.
Durante el juicio declararán las otras tres denunciantes, no sólo como testigos de la causa por la que se lleva adelante el proceso, sino para reclamar ante el Tribunal la no prescripción de sus denuncias.