El precandidato presidencial desmintió los rumores que indicaban que su cuadro era más complicado de lo que se preveía, luego del parte médico difundido por el Sanatorio Otamendi.
El precandidato presidencial Alberto Fernández desmintió los rumores que indicaban que su estado de salud era más complicado de lo que se había manifestado cuando fue internado el lunes pasado. “Estoy espléndido para alegría de algunos y desgracias de otros”, aseguró el exjefe de Gabinete.
Según había trascendido este martes, Fernández sufría una embolia pulmonar, pero el propio ex funcionario rechazó esa versión en diálogo con radio Continental: “Si fuera así, yo nunca podría haber hablado como lo estoy haciendo, estaría en terapia intensiva”.
Respecto al día de su internación, expresó: “El lunes tuve un día bastante agitado, me reuní con Matías Lammens, con Felipe Solá, con el gobernador de La Rioja; ese día tuve mucha tos, una tos seca, y me dolía mucho la espalda. Entonces lo llamé a mi médico, uno de los médicos que forman parte del staff del Otamendi, y me dijo que vaya”.
“Ahí me detectaron que tenía una fuerte inflamación en la pleura. Yo ya había tenido en el 2008 un antecedente de un pequeño coagulo en el pulmón. Entonces me dieron vía intravenosa medicación para calmar el dolor y, ya que estaba internado, mi médico me dijo que me quede y me haga un chequeo general”, continuó.
Fernández continuará internado en el Sanatorio Otamendi al menos hasta este miércoles. En las últimas horas, la institución indicó que “luego de realizar varios estudios diagnósticos, se detectó una inflamación pleural que podría corresponder a una obstrucción arterial subsegmentaria”.
El parte médico afirma que “presentó un ecocardiograma normal” y agrega: “El paciente presenta buen estado general, con adecuado control del dolor, deambulando por la habitación, acompañado por su familia”.