Pablo Fernández, también efectivo policial, dijo que discutió con la víctima, Ayelén Sanabria, después ella se encerró en una de las habitaciones de la casa y que se disparó con la intención de suicidarse.
Una mujer policía bonaerense murió tras recibir un balazo en la cara en su casa en Ciudadela, y como sospechoso fue detenido su novio, integrante de la misma fuerza, aunque dijo que se trató de un suicidio.
El detenido, identificado como Pablo Fernández, de 23 años, dijo que tuvieron una “discusión de pareja” y que después de eso, su novia, Ayelén Sanabria, se encerró en la habitación de la casa en la que convivían y se pegó un tiro.
Si bien la fiscal, Marcela Acosta, a cargo de la UFI 6 de San Martín, había iniciado la causa como un presunto suicidio, con el correr de las horas, en base a algunas evidencias, dispuso la detención de Fernández por el femicidio.
Es que, según las fuentes del caso, varios testigos declararon que durante el sábado a la mañana “escucharon gritos y discusión de alto tono y luego un solo balazo”.
Fernández fue quien llamó al 911 para denunciar el supuesto suicidio de su novia, con quien trabajaba en la Policía Local de San Isidro. Al llegar al lugar, los peritos policiales encontraron el arma reglamentaria de la mujer tirada al lado de su cuerpo.
Sanabria estaba herida tirada en la cama matrimonial, con un disparo de arma de fuego a la altura del pómulo derecho y su arma reglamentaria al costado. La joven fue trasladada al Hospital Carrillo en estado crítico y falleció al ingresar, según detalló cronica.com.ar.
Los pesquisas del femicidio en Ciudadela, en tanto, encontraron el arma de Fernández apoyada en una mesada en el comedor y sin signos de uso, ya que tenía todas las balas y su seguro colocado.
Un familiar de Sanabria contó a la policía que la pareja mantenía una relación conflictiva y que el hombre era muy agresivo con su novia, con quien estaba hacía ocho meses.
El acusado del femicidio en Ciudadela permanece detenido en la causa caratulada por el momento como “homicidio”.