Owen murió después de agonizar 24 horas. «Siento mucha culpa», se lamentó el hombre en las redes.
Owen Yael Piedrabuena luchó por su vida durante un día, pero en las últimas horas los médicos tuvieron que desconectarlo porque sus órganos empezaron a fallar.
El nene tenía tres años y murió a causa de un disparo en la cabeza accidental, cuando jugaba con el arma de su tío que encontró guardado en el placard. La bala le había atravesado el cráneo y el daño fue irreversible.
El trágico accidente se produjo en una casa ubicada en la calle El Litoral al 200, en Temperley. El nene se encontraba al cuidado de su tío Claudio Piedrabuena, pero en un descuido la criatura encontró el revólver calibre 22 y se pegó un tiro a la altura de la oreja izquierda. Murió en el Hospital Gandulfo tras agonizar 24 horas.
«Siento mucha culpa”, manifestó en sus redes sociales el tío del menor. Piedrabuena despidió con dolor e impotencia a su sobrino: “Se me fue esa personita especial, mi terremoto. Todavía no lo puedo creer, cómo Dios se llevó a un bebé de 3 años. ¿Por qué no me llevó a mí en vez de a un angelito que jamás cometió un pecado?”.
La causa quedó a cargo de la UFI N°7 y fue caratulada como “homicidio Culposo y tenencia ilegal de Arma de Fuego de uso Civil”.
nunca hay que dejar el arma cargada