Renee Bach fundó la ONG cristiana Serving His Children, en Jinja, centro habitual de misioneros de los EEUU en África.
Hace diez años, la joven Renee Bach dejó su hogar en Virginia, Estados Unidos con su diploma del secundario y el certificado de resucitación cardiopulmonar (RCP) y se sumó a al Serving His Children (Al servicio de sus hijos, SHC).
Al comienzo era una suerte de Madre Teresa rubia, pero ahora la Justicia de Uganda la acusa de haber brindado servicios de salud pediátrica sin ser médica. Su fundación sin fines de lucro instaló un centro para el tratamiento de la desnutrición infantil, donde se practicaba hidratación endovenosa, la oxigenación y hasta se hacían transfusiones de sangre.
De los 940 niños ugandeses que de 2010 a 2015 pasaron por las camas de SHC, murieron 105.
“Se cometieron errores y se aprendieron lecciones, pero esos errores y lecciones nunca tuvieron como consecuencia daño a individuos”, dijo la misionera a NBC News. La documentación interna de SHC reconoce 119 muertes entre 2010 y 2018, pero no las vincula con las prácticas del lugar, según confirmó al canal David Gibbs, abogado de Bach.
La mujer, registró sus experiencias en un blog, que ya no se encuentra en línea. Bach creía que hacía un bien a esos niños, sin embargo, en 2011, el 20% de los 129 niños que ingresaron a SHC murieron, casi la tercera parte en las primeras 48 horas.
En 2012 la tasa de mortalidad se redujo a 18% y en 2013, cuando Bach había contratado ya a dos médicos, al 10%, aunque todavía era alta para los estándares de los grupos de ayuda internacionales.
En 2015, al enterarse de que los problemas continuaban, Kramlich hizo la denuncia policial. El centro de SHC fue cerrado.
hay medicos truchos por todos lados y hasta hsce un tiempo atras vendian los titulos