El detenido había sido condenado por integrar una banda de secuestradores.
Un preso de Chubut había sido beneficiado con arresto domiciliario, pero sus vecinos indignados lo lincharon: le pegaron y se enfrentaron con la policía. Finalmente, el hombre volvió a la cárcel.
Pablo César Sommaruga, quien se encontraba cumpliendo una condena en la Unidad 14 de la mencionada ciudad, fue beneficiado con la prisión domiciliaria por parte del juez José Pérez Arias, a cargo del Juzgado Nacional de Ejecución Penal N° 1.
Sin embargo, cuando Sommaruga llegó a su casa fue atacado a golpes por los vecinos, quienes incluso se enfrentaron a la policía. El hombre agredido pidió subirse al auto de una radio local, pero no lo dejaron. Regresó caminando a la cárcel.
Después de los incidentes, el hombre aseguró: “Estoy haciendo bien las cosas, no sé por qué se ensañan tanto conmigo”. “La idea era vivir acá, el 4 de junio tenía libertad. Cometí errores y los pagué. Entiendo el dolor y las cosas que están viviendo, pero ellos se equivocaron, espero que reflexionen y que no cometan un delito para no terminar como yo”, reflexionó.
Quién es Pablo Sommaruga
Integró la banda que en 2002 secuestró a Ariel Strajman, hijo de un reconocido joyero. Durante el cautiverio la víctima fue torturada y recibió insultos por ser judío. Le cortaron el dedo meñique de una mano y lo utilizaron como elemento de presión para obtener un segundo rescate. La víctima fue liberado el 18 de octubre de ese año por la policía de una casa de Pilar.
Sommaruga fue condenado a 16 años y medio de prisión pero se le unificó la condena con otro delito y debía pasar 18 años preso. Fue llevado a la Unidad 19 del Servicio Penitenciario de Ezeiza desde donde se escapó. En ese momento gozaba de salidas transitorias debido a que había pasado 12 años en prisión. Pero un día no volvió al penal.
Cuatro días después fue detenido por la Policía Metropolitana mientras manejaba un auto. En su poder tenía un arma calibre 38 y un gramo de cocaína.