Melisa Casco era cuidadora y había entrado a la jaula del animal para alimentarlo cuando este la atacó y la mató. El hecho ocurrió el 10 de abril del 2007.
Tras un reciente fallo del Tribunal de Trabajo N° 2 de La Plata, el zoológico de Florencio Varela deberá indemnizar a la familia de Melisa Noelia Casco, la joven empleada que murió en 2007 cuando entró a la jaula del oso hormiguero para alimentarlo y el animal la atacó.
La víctima murió dos días después del ataque, pero los dueños del establecimiento no se hicieron responsables por lo que le había ocurrido: la culparon Melisa de su propia muerte alegando que “se expuso indebidamente, sin autorización de su empleadora”.
El parque recién cerró sus puertas casi diez años después cuando su propietario, Claudio Alejandro Quagliata, fue condenado a 3 años de prisión en suspenso y 7 años de inhabilitación para estar en cualquier sociedad relacionada a los zoológicos, por “homicidio culposo”, según lo determinó entonces el Juzgado en lo Correccional N° 5 de Quilmes. Ocho meses más tarde, la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de Quilmes revocó la sentencia y lo absolvió.
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Cuando ya se cumplieron 13 años desde la muerte de Melisa, la Justicia hizo un nuevo pronunciamiento sobre el caso y ahora condenó a los responsables a pagarle una millonaria indemnización a la familia de la joven, que tenía 19 cuando ocurrieron los hechos.
La muerte de Melisa
La joven había entrado a trabajar al establecimiento en 2005 como “guía educativa”. Dos años después pasó a ser cuidadora de animales sin haber sido capacitada. El 10 de abril del 2007, apenas 3 meses después de su cambio de función, fue a alimentar a “Ramón”, sola, sin ropa de seguridad y sin handy ni silbato.
El animal, que era agresivo, pesaba más de 50 kilos y medía más de dos metros desde el hocico a la cola, la atacó y le provocó graves heridas en las piernas, los brazos, el torso y el abdomen. La víctima murió dos días después del ataque en el Hospital Evita Pueblo.