En esta oportunidad, la exhumación será solo en la tumba colectiva ubicada en Darwin, la denominada C.1.10 para tomar muestras genéticas de esos cuerpos. Además, se hará una inspección en Caleta Trullo para verificar la posible existencia de una fosa.
Un equipo internacional de seis expertos forenses, entre ellos dos argentinos, coordinado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), llegará hoy a las islas Malvinas para empezar una nueva etapa de identificación de restos de excombatientes caídos en la guerra de 1982.
La nómina de expertos estará conformado por Mercedes Salado Puerto, del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), propuesta por el Gobierno argentino; el forense inglés John Clark, a propuesta del Reino Unido; el jefe de la unidad forense del CICR, el argentino Luis Fondebrider; el coordinador de esta fase 2 del plan, Laurent Corbaz; y dos especialistas, uno de Estados Unidos y otro de Australia.
En esta oportunidad, después del primer Plan Proyecto Humanitario llevado a cabo en el cementerio de Darwin, se centrará solo en una tumba colectiva denominada C 1 10- ubicada en Darwin, cerca de la cruz mayor que preside el camposanto.
Esta tumba múltiple no había sido incorporada en el primer proyecto humanitario ya que no se trataba de una sepultura anónima: una placa colocada en 2004, cuando el cementerio fue remodelado y las viejas cruces de lapacho blancas se reemplazaron por lápidas de mármol negro de granito, consignaba que en esa fosa se encontraban los restos del alférez de Gendarmería Julio Sánchez, y de los soldados de Fuerza Aérea Héctor Aguirre, Luis Sevilla y Mario Luna.
Después de una semana de aislamiento, por los protocolos de coronavirus, la semana que viene el equipo ya podrá trasladarse a Darwin y allí montará un laboratorio, tal como se hizo en la primera etapa, en el cual se realizará un primer análisis de las muestras óseas exhumadas de la tumba colectiva.
Pero la exhumación en Darwin de la tumba colectiva no será el único trabajo que realizará el equipo forense: también se explorará la zona llamada Caleta Trullo, donde funcionó un hospital de campaña durante la guerra, para verificar la posible existencia de una tumba y, en caso de encontrarse restos en ese lugar, se avanzará en su identificación.
El proceso de identificación a los soldados argentinos se inició en 2012, durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, cuando se envió una carta al CICR para solicitar su intervención con el objetivo de hacer posible la identificación de los restos de los combatientes fallecidos y enterrados como NN en el cementerio de Darwin.