El chico de 10 años fue abandonado a unos diez kilómetros, descalzo y sin remera. “No sabía qué hacer, me volví loco”, contó el padre.
Un padre tuvo que vivir la peor pesadilla cuando dos ladrones le robaron el auto con su hijo de 10 años adentro. El alivio llegó un rato más tarde, cuando el nene fue liberado sano y salvo a unos 10 kilómetros del lugar en el que comenzó el asalto.
El chico fue liberado en Ingeniero Budge, Lomas de Zamora, luego de que dos asaltantes armados le robaran el auto a su padre remisero, que estaba trabajando mientras su hijo dormía en los asientos de atrás del coche.
El hecho comenzó en el cruce de las calles Roosevelt y la avenida General Paz, en el límite entre el barrio porteño de Villa Riachuelo y la localidad bonaerense de Villa Celina.
Fuentes policiales informaron a Télam que allí se encuentra una remisería en la que entraron dos hombres y simularon ser pasajeros. Subieron al vehículo, un Renault modelo Sandero Stepway, y a los pocos metros obligaron al chofer a descender.
Los ladrones escaparon a toda velocidad. Varios minutos después, cuando advirtieron la presencia del nene, lo abandonaron en las calles Giachino y Soldano Brito, ya en Budge. Lo dejaron en la calle, sin zapatillas y sin remera. El nene fue asistido por vecinos de la zona.
Florencio, el padre del chico, declaró en Telenoche que viven juntos y que cuando necesita que alguien lo cuide lo deja con una vecina. Ese día había llevado el auto al taller y, como ya era tarde, no pudo volver a dejar a su hijo en la casa. Por eso decidió llevarlo en el auto durante su trabajo.
«El martes vine del mecánico porque estaba mal el coche, lo metí a mi hijo a trabajar conmigo porque no pude dejarlo en casa», relató. El hombre dijo que los asaltantes le pegaron en la cara y lo ahorcaron: «Me agarraron del cuello y no me dejaron ni hablar. Le dije que mi hijo estaba atrás, pero no me dejaban hablar y me pegaban con la culata (del arma)», detalló.
«No sabía qué hacer, me volví loco. No sabía si marcar al 911 o correr. Igual corrí y no alcancé», contó Florencio, quien dijo que pasaron unos 50 minutos hasta que supo de su hijo. «Me enteré mediante los amigos que me avisaron que estaban publicando en el Facebook y ahí me quedé tranquilo», aseguró.
En tanto, el pequeño Sebastián dijo que se asustó, pero que cuando vio a la mujer que lo asistió en el lugar donde lo dejaron los delincuentes, se quedó tranquilo. «Me trató bien», explicó. También dijo que lloraba porque a su papá le llevaron el coche.
El auto fue hallado a los pocos minutos también en Ingeniero Budge. Interviene en la investigación la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 31, a cargo del fiscal Marcelo Solimine, y el expediente quedó caratulado como «robo y privación ilegítima de la libertad».