Llama la atención tanta indiferencia en Tucumán ante una denuncia de doce fojas que da detalles precisos de presuntos casos de abuso sexual.
En Tucumán fueron pocas las voces que se escucharon en apoyo a la denunciante del exgobernador y actual senador nacional José Alperovich. Por debajo se dice de todo en contra del senador, nadie lo defiende. Pero a la hora de dar la cara, el miedo y el silencio se imponen.
Los políticos de su partido, los funcionarios, las organizaciones de DDHH, los colectivos de mujeres, todos prefirieron esperar a ver hasta dónde llega el escándalo para dar a conocer algún pronunciamiento.
¿Es así cómo se acompaña una denuncia por abuso sexual? ¿Los actores sociales se pronuncian igual ante cualquier denuncia o hay abusos de primera y abusos de segunda categoría? ¿Acaso hay víctimas más importantes que otras?
¿Acaso se estará esperando a que Cristina Kirchner le suelte la mano? ¿A que reaccione el Senado? ¿A que José Alperovich renuncie o haga una suerte de mea culpa?
Llama la atención tanta indiferencia ante una denuncia de doce fojas que da detalles precisos de presuntos casos de abuso sexual.
¿Será cierto que en este caso, como se trata de un político, la especulación le ganó a la indignación?