Un tribunal obligaba a la madre a “garantizar el cumplimiento del derecho a la educación de su hijo durante todo el lapso de educación obligatoria”. El chico recibe una enseñanza escolarizada pero en su casa.
La Sala Segunda de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de la ciudad de Salta ordenó a una mujer a garantizar la escolarización de su hijo. Si bien el chico recibe una enseñanza escolarizada, era desde su casa mediante la modalidad conocida como “homeschooling”.
El pronunciamiento judicial obligaba a la mujer a “garantizar el cumplimiento del derecho a la educación de su hijo durante todo el lapso de educación obligatoria (primaria y secundaria)”.
Según informó el portavoz de prensa del Poder Judicial salteño, la pelea por la educación del chico se originó por la divergencia de los padres del menor que no conviven. El padre pretendía que su hijo fuera el colegio, la madre pretendía que el chico recibiera enseñanza escolar en su propia casa.
A la hora de confirmar el pronunciamiento de la primera instancia, los jueces que integran el tribunal se basaron en el artículo 638 del Código Civil y Comercial de la Nación que establece la responsabilidad parental comprende el conjunto de deberes y derechos que corresponden a los progenitores sobre la persona y bienes del hijo, para su protección, desarrollo y formación integral mientras sea menor de edad y no se haya emancipado.
Así, los jueces decidieron el asunto a favor del padre escribiendo en su sentencia que “el derecho a la educación es uno de los derechos fundamentales del niño que debe primar por sobre los intereses u opiniones de la progenitora”.
Los jueces advirtieron que el homeschooling no le permitirá al niño contar con un título oficial de bachiller que le facilite la obtención de un trabajo, así como tampoco continuar estudios universitarios o terciarios, ni garantiza la socialización del niño con sus pares, ni los contenidos y ejes de aprendizaje necesarios para su desarrollo.
En la sentencia afirman que la madre “no demostró” que la educación casera pretendida cumpla con los contenidos curriculares exigidos por el sistema escolar vigente en nuestro país. “Su negativa opinión sobre el sistema de educación formal no es motivo que otorgue un fundamento de peso para excluir a su hijo y educarlo bajo una modalidad que no ha quedado demostrado que garantice los aspectos que resultan centrales en la formación de la persona”, han dicho los jueces en su sentencia.
¿Qué es y de qué se trata el homeschooling?
El homeschooling es un movimiento que critica el modelo de escuela tradicional, al considerar que la titulación no implica el saber, que las materias son prefabricadas y atentan contra la creatividad, y que la burocracia institucional vuelve a la educación ineficaz.
Las críticas pueden ser por motivos religiosos u otras convicciones éticas y personales, motivos pedagógicos, por la falta de adaptación del niño al sistema escolar o simplemente por querer otro tipo de vida familiar, según consignó el sitio Aula Planeta.
Si bien este movimiento nació en el siglo XX, la irrupción de las nuevas tecnologías lo exacerbó al permitir que gran parte del aprendizaje se pueda producir fuera de la escuela: ahora es posible acceder a casi cualquier información desde cualquier lugar y en forma inmediata.
Aunque en la mayoría del mundo esta práctica es considerada ilegal, o cuanto menos carece de un sustento legal que la avale, en países como Estados Unidos, Finlandia y el Reino Unido no sólo que es legal, sino que cada vez se divulga más.
Los defensores del homeschooling destacan entre sus principales ventajas:
– Educación de forma personalizada, flexible y dinámica
– Fomenta la autonomía y el aprendizaje a través de la experiencia y la curiosidad
– Se centra en la motivación y no en un currículo o en materias “cerradas”, impartiendo así un aprendizaje integral
– La posibilidad de potenciar y tener tiempo libre para otros talentos (por ejemplo, artísticos o creativos)
– Promueve el aprendizaje activo, significativo y libre del alumno
En cuanto a las críticas se vinculan a la posible falta de socialización del chico con sus pares y con docentes. También, existen dificultades con la homologación de títulos e incluso se puede cuestionar la idoneidad de los materiales o de la formación de los padres que ejercen de educadores.
la escuela es como un segundo hogar bien por la justicia