El juez a cargo de la causa ordenó hacer una junta psiquiátrica para que especialistas determinen si los dos acusados por el crimen y la violación de la mujer pueden ser juzgados o son inimputables.
La mujer que fue golpeada y violada en Puerto Deseado, Santa Cruz, volvió a Rosario de la Frontera en la provincia de Salta con su familia, ya que la Justicia les entregó el cuerpo de su hijo, quien murió en el ataque, y tendrían decidido sepultarlo en la provincia de Tucumán.
En las últimas horas, el juez a cargo de la causa Oldemar Villa, ordenó hacer una junta psiquiátrica para que especialistas determinen si los dos acusados por el crimen y la violación de la mujer pueden ser juzgados o son inimputables.
Hasta el momento, los sospechosos están acusados por los delitos de “homicidio, tentativa de femicidio y abuso sexual agravado”.
El padre del menor sospechado de participar en la violación de la mujer y en el asesinato de su hijo dijo hoy que “si lo hizo, que pague”, al referirse a la responsabilidad en el hecho del adolescente.
“Yo estaba en la mina trabajando. Cuando me enteré de los allanamientos pedí para bajar”, comentó Julio, el padre del menor, quien además contó que su familia es víctima de amenazas y ataques desde que trascendió la noticia que vincula al adolescente con los aberrantes hechos.
El hombre pidió que los dejen de amenazar ya que no es una mala persona. “A mi hijo no le enseñé a robar ni a lastimar a la gente; si lo hizo, que pague. Trabajo y soy honesto, no quiero vivir con la cabeza gacha por lo que hizo, si así fue”, destacó en diálogo radial.
El menor detenido, según trascendió en la prensa local, habría admitido haber estado en el lugar del hecho pero sostuvo que él no mató al niño, ni tampoco abusó de la mujer. También manifestó que fue amenazado por Omar Alvarado, el otro imputado, quien le habría dicho que iba a matar a alguno de sus hermanos si contaba algo de lo ocurrido.