Son por las declaraciones que habría hecho el empresario desde la cárcel: “Todo lo que tuve es de alguien que está arriba”.
Frente a las escuchas telefónicas que se difundieron entre el empresario detenido Lázaro Báez con su abogada Elizabeth Gassaro en el que le aseguraría que el dinero que él tenía y administraba no era suyo sino “de una persona que está arriba”, la Unidad de Información Financiera (UIF) le pidió al juez federal Sebastián Casanello que solicite, al juez que las autorizó, las presuntas charlas.
El organismo antilavado basó su pedido en la “presunta existencia de una escucha en la cual Lázaro Báez indicaría no ser el verdadero titular de sus bienes”, y le pidió a Casanello que libre un oficio al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 2 de Lomas de Zamora, a cargo de Federico Villena, para hacerse del material y analizarlo. Investigan si Báez ofició como presunto testaferro de Néstor Kirchner.
El pedido de la UIF está en línea con el criterio que mantiene el organismo desde hace tiempo como querellante en esta causa. Además, sostienen que dicha solicitud permitiría al juez federal a tomar otro rumbo en la instrucción de la causa: “Esta nueva prueba permitirá a V.S apartarse de la duda que lo llevó a dictar la falta de mérito de la imputada y en cambio optar por resolver su procesamiento”.
“Reforzamos nuestra postura en relación a que no resulta imprescindible para dictar el procesamiento de la imputada individualizar su nombre en alguno de los formularios bancarios suscriptos en el exterior sino que resulta suficiente para demostrar su vinculación con aquellos fondos, la cuantiosa evidencia obrante en el país que resulta clara, precisa y concordante en relación con que Lázaro Báez operaba como testaferro del matrimonio Kirchner, administrando un patrimonio que ellos no podían poner a su nombre», se agrega.