Lo habían detenido el 14 de mayo en su clínica, que permanece clausurada, acusado de violar la cuarentena y prometer la cura del Coronavirus. Hasta ayer cumplía prisión domiciliaria.
La Justicia liberó al “médico de los famosos” Rubén Oscar Mühlberger, quien estaba acusado de violar la cuarentena, prometer la cura del coronavirus y poner “en peligro la vida o la salud de otro”.
El profesional, que había sido detenido el 14 de mayo en su clínica, cumplía prisión domiciliaria por haber probado que tiene problemas de salud, ya que fue operado un mes y medio atrás de un cáncer en el duodeno.
El juez Juan José Cavallari, dispuso el beneficio para Mühlberger, pese al pedido de la fiscal Valeria Massaglia para que se mantuviese la medida cautelar.
Massaglia solicitó que se mantuviera el arresto domiciliario, al considerando que existen “posibilidades de entorpecimiento de la investigación por parte del encausado”. La fiscal cree que los diversos testimonios recolectados a lo largo del proceso, “dan cuenta de amedrentamientos sistemáticos por parte del imputado hacia los empleados de la clínica y diversos testigos de la causa”.
Por otra parte, la fiscal Massaglia tuvo en cuenta “el testimonio sobre un hecho ocurrido en uno de los depósitos de la clínica, donde desaparecieron productos que eran recetados por Mühlberger, mientras el médico realizaba la declaración indagatoria en la sede fiscal”.
Una de las imputaciones contra el médico de los famosos, la más grave, era por el artículo 106 del Código Penal, que contempla penas de entre dos y seis años de prisión a quien “pusiere en peligro la vida o la salud de otro, sea colocándolo en situación de desamparo, sea abandonando a su suerte a una persona incapaz de valerse y a la que deba mantener o cuidar o a la que el mismo autor haya incapacitado”.
A raíz de la decisión del juez, la fiscal solicitó una serie de medidas contra Mühlberger: deberá concurrir a sede judicial cada 15 días, no podrá salir del ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sin autorización judicial, no podrá concurrir a la clínica y tomar contacto con sus empleados y está imposibilitado de ejercer la medicina.
De estas medidas, el juez Cavallari solo hizo lugar a dos, imponiéndole al imputado la obligación de asistir cada quince días al Juzgado y la prohibición de salir fuera del ámbito de CABA sin la correspondiente autorización judicial.
El resto de las medidas solicitadas por la fiscal fueron consideradas excesivas por parte del magistrado, quien no hizo lugar a las mismas.