Los ocho acusados están con prisión preventiva por los delitos de tentativa de homicidio, estrago por explosión agravado por ocasionar peligro de muerte a personas, acopio de armas de fuego y municiones de aquellas.
Los acusados de arrojar una bomba casera a un patrullero de la Policía de la Ciudad en octubre pasado cuando estaban en plena fuga en el barrio de Constitución, irán a juicio oral y público, según lo resolvió el juez federal Luis Rodríguez.
Se trata de ocho acusados, cinco de ellos detenidos, que forman parte de la organización que se desbarató a partir de ese hecho donde en plena persecución entre un patrullero a una motocicleta, desde ésta les arrojaron un artefacto explosivo para frustrar la misma.
Los principales implicados son Isidoro Quintana y Daniel Rodríguez, considerados los cabecillas; a Ezequiel Molina Fernández y Pablo Juárez, quienes intentaron escapar de la fuga arrojando el artefacto explosivo al patrullero, y al proveedor de las armas y explosivos que se les encontró a la organización en múltiples allanamientos.
Todos ellos están con prisión preventiva acusados por los delitos de tentativa de homicidio, estrago por explosión agravado por ocasionar peligro de muerte a personas, acopio de armas de fuego y municiones de aquellas. Junto con los cinco detenidos también van a juicio otras tres personas acusadas de ser partícipes necesarios de la organización, quienes por ahora permanecerán en libertad.
Todos serán juzgados por el Tribunal Oral Federal 4, donde recayó la causa tras el sorteo correspondiente. Aún es materia de investigación los motivos y objetivos que tenía la organización ya que todo se desencadenó cuando un patrullero de la Policía de la Ciudad divisó la circulación de forma sospechosa de dos personas a bordo de una moto.
Los detenidos son considerados parte de la organización piquetera MP 22, de las cuales varias consignas se encontraron en el operativo, y ahora la investigación apunta a determinar si los acusados tenían planificado un atentado y a quienes.
El caso
El 10 de octubre pasado, la Policía detectó la circulación sospechosa de dos motos, en las que iban dos ocupantes en cada una, e inició una persecución a una de ellas puesto que la otra logró darse a la fuga.
En la huida ambos ocupantes, Fernández y Juárez, arrojaron una bomba casera hacia el patrullero de la Policía de la Ciudad que los perseguía a la altura del barrio porteño de Constitución y luego fueron detenidos en Villa Domínico.
Por las cámaras de seguridad de la zona, se supo que algunas de las motos habían pasado frente al departamento central de Policía Federal, ubicado en Moreno al 1500, y que no eran dos, sino tres las motos, una de las cuales sufrió un desperfecto técnico y fue levantada de la zona por un utilitario.