Alejandro Marcelo Reynaga fue asesinado por delincuentes que le robaron el teléfono celular frente a la puerta de su casa. “Lo mataron por matar”, dijo el cuñado de la víctima.
Un joven de 29 años fue asesinado durante el fin de semana en la puerta de su casa, en la localidad de Merlo, de un balazo en su rostro por delincuentes después de haberle robado.
La víctima, identificada como Alejandro Marcelo Reynaga estaba hablando con su cuñado en la vereda cuando los delincuentes los abordaron para robarle su celular, marca Samsung Galaxy.
“Tuve la desgracia de ser testigo, no nos dieron tiempo a nada, fue en un segundo”, comentó Oscar, cuñado de la víctima, en diálogo con TN. “Lo mataron por matar. No me dio tiempo de abrir la puerta de mi casa que lo agarraron del brazo y lo ejecutaron así, de una, sin que resista el asalto”, aseguró y contó que, tras el crimen, los asaltantes continuaron con un raid por la zona.
El testigo del crimen relató que del Volkswagen Cross Fox que se acercó a donde se encontraban ellos descendieron tres delincuentes “con pistolas y las caras tapadas, barbijos negros y capuchas”. “Nos dijeron ‘quédense quietos’, nada más, y cuando me tiraron al piso apenas levanté la cabeza y vi que mi cuñado baja la cabeza y con la mano derecha les da el celular, se lo estaba entregando”, indicó.
Mirá también: Día de la Primavera en CABA: habrá un operativo especial en parques y plazas
Luego del asesinato, uno de los ladrones disparó al menos otras cinco veces mientras se alejaba del lugar en dirección al auto en el que lo esperaba el conductor y sus otros dos cómplices, uno de los cuales impactó en una de las casillas del terreno que habitan, en la que vive Rocío, su hermana y esposa de la víctima.
“Hay lugares para pedir cámaras, tienen que moverse nomás, el auto era robado pero siguen sin encontrarlo, todavía hay posibilidad de encontrar a los delincuentes que mataron a mi cuñado”, finalizó.
Interviene en la causa la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Morón, a cargo de Mario Ferrario, quien caratuló el expediente como “homicidio en ocasión de robo” y ordenó una serie de medidas para intentar localizar a los involucrados.
