Mientras espera la resolución de la Corte Suprema sobre su condena perpetua, la joven pidió la revocatoria de su codefensora y reveló una trama de intrigas sobre la relación con sus padres.
Nahir Galarza volvió a ser noticia por el supuesto despido de su abogada, Raquel Hermida Leyenda.
En los últimos días, trascendió que Nahir tuvo una reunión con el abogado que lidera su defensa técnica, José Ostolaza, en la que le habría pedido que solicite la revocatoria de su codefensora ante la Corte Suprema, Hermida Leyenda, por “razones personales y profesionales”. Esa versión terminó por revelar una trama de intrigas sobre la relación con sus padres.
Desde el estudio de la abogada, rápidamente salieron al cruce de esta versión y aseguraron no haber recibido ninguna notificación en este sentido. “La Corte puede rechazar un expediente por requisitos formales y específicos de protocolo o por ausencia de garantías constitucionales en lo reclamado. El caso de Nahir todo fue aceptado, la defensa está finalizada y ahora se espera la resolución. Fue un trabajo exitoso”, aclararon al medio TN.
En medio de la polémica que se generó a raíz de los trascendidos, una fuente allegada a Hermida Leyenda advirtió sobre una presunta operación para correr al padre de Nahir, Marcelo Galarza, del lugar de acusado por el homicidio de Pastorizzo y advirtió: “Nahir está amenazada, ella ahora está totalmente captada por los padres”.
En esta línea, detallaron que la joven entrerriana se encuentra actualmente medicada psiquiátricamente y con asistencia psicológica una vez por semana dentro del penal. A su vez, apuntaron, que “hay una situación genética proveniente del padre, por la cual los tres hermanos varones de Nahir padecen distintos grados de retardo madurativo dentro del espectro autista, y “ella no escapa a esto a tampoco”.
Actualmente, la defensa de Nahir Galarza espera la decisión de la Corte Suprema con la esperanza de que el máximo tribunal anule el fallo que condenó a la joven a prisión perpetua y, en consecuencia, se realice un nuevo juicio con perspectiva de género en el que consigan rebajar la pena.