Pidieron ser aceptadas como “amicus curiae” en la causa que inició el Gobierno porteño contra el DNU impuesta por Alberto Fernández.“Las consecuencias emocionales, sociales y económicas del aislamiento se pueden revertir, los aprendizajes se pueden recuperar. La vida no”, plantean.
En medio de la disputa entre el Gobierno Nacional y de la Ciudad de Buenos Aires por la presencialidad o no de clases en el territorio porteño, varias organizaciones de derechos humanos se presentaron en las últimas horas mostrándose a favor del decreto que buscó restringir la actividad en las escuelas hasta el 30 de abril.
El primer paso lo dio la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), bajo la figura de un “amicus curiae”, un instrumento jurídico que pueden utilizar terceros ajenos a una disputa judicial para expresas sus opiniones.
“La suspensión de las clases se funda en la necesidad de disminución de la curva de contagios en un 30% sumado a las restricciones a la nocturnidad. Estas medidas intentan evitar la tan temida saturación del sistema de salud que implicaría que muchas personas no accedan a los servicios necesarios, complicando los datos de morbi-mortalidad”, señala la presentación.
Aunque todavía no fue aceptada en ese rol de “amigo del tribunal”, la APDH aclaró que está en contra de las clases presenciales, con argumentos muy simulares a los que se escucharon en la Casa Rosada.
La presentación -con la firma de Guillermo Torremare, María Elena Naddeo, Soledad Astudillo- tiene decenas de gráficos y menciona estudios de diferentes entidades privadas y estatales, incluso extranjeras, para justificar la restricción de las clases.
A esta presentación de la APDH, fue el inicial para que una decena de organizaciones de derechos humanos adhirieron al “amicus curiae”. El escrito tiene apenas dos carillas. Lo firman Taty Almeida (Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora), Ángela Catalina Paolin de Boitano (Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas), José Schulman (Liga Argentina por los Derechos Humanos), y Fernando Horacio Suárez (integrante del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos (MEDH), entre otros.