Se trata del Centro de Salud Norte, en Villa Adelina. Una mujer de 65 años murió por coronavirus pero fue detectado post mortem.
Aunque había sido clausurada hace unos días por ser considerada “un foco infeccioso” para la propagación del coronavirus, al menos seis empleados infectados siguieron yendo a trabajar a la clínica privada de Villa Adelina.
Como consecuencia, hay dos pacientes muertas por el COVID-19 y suman más de 20 los integrantes del personal médico y no médico de la clínica infectado (tres de ellos están internados y el resto aislados en sus domicilios).
También están contagiados cuatro familiares de una de las víctimas, y tres personas de la cochería M. Menini que intervino en su sepelio.
Pese al carácter “urgente” de la orden judicial de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, contra el Centro de Salud Norte, la medida no se concretó el viernes 17. Funcionarios del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, del Municipio de Vicente López y de PAMI que se hicieron presentes consideraron no derivar ese mismo día a los pacientes ya que la clínica estaba cumpliendo el protocolo y no se habrían observado “irregularidades” por lo que se acordó que no ingresaría pacientes nuevos y que se buscaría derivar a los que el hisopado diera negativo.
La intervención de la Justicia empezó a partir de la denuncia del hermano de una de las víctimas. A pesar de que la mujer de 65 años había ingresado por una infección urinaria en el transcurso de su internación, y tras haber mejorado de su patología inicial, presentó síntomas compatibles con coronavirus.
Sin embargo, en la clínica no le practicaron el test para detectarlo, ni la trataron por esa enfermedad. Su certificado confirmaba su muerte por un “paro cardíaco, shock refractario e insuficiencia respiratoria”: el análisis post mortem que finalmente se realizó por disposición de Arroyo Salgada dio positivo.
En la inspección que realizó personal de Ministerio de Salud Bonaerense se encontraron cinco cuerpos que no habían sido informados por las autoridades de la clínica cuando fue el operativo de las autoridades sanitarias por orden de la Justicia, ni tampoco con posterioridad al Juzgado.
De esos cuerpos, el de una mujer de 70 años murió esa mañana del 17 de abril, resultó tener COVID 19. El test se conoció post mortem.
Desde mediados de marzo a la fecha, murieron 9 pacientes en el Centro de Salud Norte, de los cuales dos se habían contagiado de coronavirus: la mujer cuyo fallecimiento dio origen a la causa judicial, y esta última.
Además, hay otros tres casos en los que el test dio negativo, y un cuarto sobre el que hay dudas por el tiempo transcurrido hasta la toma de la muestra. Del resto de los pacientes muertos, pese a haber ingresado por otras patologías murieron por “neumonía intrahospitalaria”, según especificó la clínica.
Aún quedan 15 pacientes en la clínica: desde la inspección sanitaria el viernes pasado, 7 pacientes fueron dados de alta y otros tantos derivados a otras instituciones médicas o geriátricos. Por ser todos pacientes de PAMI, este organismo tenía la responsabilidad de relocalizarlos según las cápitas disponibles.