Carlos Argüelles, exmiembro de la banda del presunto jefe narco Lindor Alvarado, fue asesinado de dos tiros en la cabeza y uno en el pecho: hay cuatro detenidos. Mientras que ataque a Jorge Murabito fueron tres los balazos en el portón de la casa del precandidato en estas PASO por el Frente Renovado.
Los “mensajes mafiosos” a los funcionarios políticos, judiciales e incluso testigos protegidos vinculados a casos de narcotráfico no cesan en Santa Fe. Ayer se vivieron dos ataques donde una persona murió y otra tuvo como consecuencia el frente de una casa particular baleada.
En Rosario, Carlos Argüelles, mecánico imputado colaborador y exmiembro de la banda del presunto jefe narco Esteban Lindor Alvarado, fue asesinado de dos tiros en la cabeza y uno en el pecho en su taller. Por el caso hay cuatro detenidos.
A Argüelles le habían ofrecido ser testigo protegido tras acogerse a la figura del imputado colaborador. Eso implicaba sacarlo de Santa Fe. No quiso. “Yo estoy jugado. Sé lo que estoy haciendo y, si no es conmigo, es con algún familiar”, dicen los investigadores judiciales que dijo al argumentar su negativa.
La víctima tenía custodia fija en la puerta de su casa, pero no en la del taller donde fue atacado. Según informaron fuentes de la causa y del gobierno provincial, Argüelles había rechazado el nivel de protección que le había ofrecido el programa de Protección de Testigos, ya que conllevaba que fuera sacado de Santa Fe.
El hombre de 46 años era, según la investigación de la Agencia de Criminalidad Organizada de la Fiscalía de Rosario, el encargado de gestionar los autos gemelos que usaba la organización de Esteban Lindor Alvarado, preso por instigar el asesinato de un prestamista y liderar una supuesta asociación ilícita, balaceras contra edificios judiciales y por el transporte en 2017 de 493 kilos de marihuana a Río Negro.
Una vez imputado como integrante de la presunta asociación ilícita, Argüelles pidió acogerse a la figura de imputado colaborador. Según fuentes judiciales, brindó detalles sobre la estructura de la organización criminal. Luego, aceptó ir a un juicio abreviado, firmó para recibir una condena de 3 años de prisión efectiva, pero nunca se llegó a ir a audiencia para que un juez homologue el acuerdo.
El otro caso de ataque a balazos fue a la casa del exintendente y actual concejal de esa localidad santafesina Jorge Murabito.
Ayer, durante la madrugada balearon la propiedad del precandidato a renovar su banca como concejal desde el Frente Renovador en la interna del peronismo en estas PASO del próximo 12 de septiembre.
En el portón de la casa de Murabito, quien está casado con la también concejala local Natalia Martínez, había tres impactos de bala: según informó Versión Rosario, la mujer hizo la denuncia ante las autoridades y la causa lleva la carátula de “daño”. “Mi familia y yo sufrimos un ataque de balas contra mi casa. Los impactos de bala fueron 3 contra el portón de ingreso”, explicó en la denuncia Martínez tras la balacera.