Agustín Rosa Torino, fundador de la congregación Discípulos de San Juan Bautista, enfrenta tres denuncias por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por el tiempo de duración y por ser ministro de culto reconocido contra dos novicios y una monja.
Tras pasar casi cuatro años en prisión domiciliaria, el cura Agustín Rosa Torina empezará a ser juzgado hoy por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por el tiempo de duración y por ser ministro de culto reconocido.
Dos de los novicios y una monja de su congregación denunciaron que Rosa les pedía en reiteradas oportunidades que se quitaran la ropa para observar si padecían de una enfermedad y les hacía tocamientos.
La fiscal Verónica Simesen, explicó que los cargos contra el cura salteño “contempla la pena desde 8 a 20 años de prisión. Entendemos que se trata de hechos graves”. “Va a ser uno de los pocos casos que ha llegado a esta instancia”, reconoció en diálogo con TN.
Rosa Torino es el primer sacerdote fundador de un instituto religioso que llega a esta instancia a nivel nacional. En la provincia de Salta es el primer cura de este rango que será sometido a juicio por abuso sexual.
En 1996, Rosa fundó el Instituto Religioso Discípulos de Jesús San Juan Bautista que dependía del Arzobispado de Salta. La congregación tenía sedes en cuatro países: México, Chile, España y la Argentina.
Era considerado un “cura milagrero” y él alentaba esa leyenda. Veinte años después, el cura fue expulsado de la congregación y vive recluido en Finca La Cruz en prisión domiciliaria, aunque sus denunciantes afirman que no la cumple. Tras el escándalo por los abusos sexuales, el año pasado, El Vaticano decidió disolver la orden religiosa, pero todavía Rosa Torino sigue siendo sacerdote.