Las hijas de Martín Garay, quien murió a causa de un cáncer terminal, habían hecho el pedido para viajar diez veces, pero fueron rechazados. Recién ayer les autorizaron el permiso, pero no llegaron a tiempo desde Tierra del Fuego.
En pleno viaje, las hijas de Martín Garay, el hombre internado en San Luis que atravesaba un cáncer terminal, se enteraron que su padre había muerto.
Victoria y Antonela Garay habían pedido al gobierno puntano poder viajar desde Tierra del Fuego, de donde son oriundas, para ver a su padre, pero en diez oportunidades dichos permisos fueron denegados por la cuarentena.
Ayer, después de tanto tiempo finalmente fueron autorizadas a viajar e ingresar a la provincia de San Luis, pero lamentablemente, en pleno viaje se enteraron de que su padre había muerto. “Lamentablemente hoy (por el lunes) presentamos la medida cautelar, seguramente mañana a primera hora (por hoy martes) tengamos los resultados, pero hace unos instantes tomé conocimiento de que el papá de Victoria y Antonella falleció”, confirmó Emma Matorras, abogada de la familia Garay en diálogo con Código F.
Matorras contó que las chicas viajaron con la idea de hacer la cuarentena en la casa de su papá para acompañarlo. “Es desgarrador, inhumano, atenta contra la dignidad de las personas, contra la libertad de poder despedirse de un ser querido”, describió la situación.
Comunicado del Comité de Crisis sobre el ingreso a la provincia de Victoria y Antonela Garay y de Eloy Turri.#SaludSanLuis #COVID19 pic.twitter.com/fN6pwdJkJk
— Jefatura de Gabinete del Gobierno de San Luis (@JefaturaGabSL) August 24, 2020
Las hermanas Garay agotaron todas las instancias administrativas: durante 12 días estuvieron tratando de cumplir todos los requisitos que les solicitaba el Comité de Crisis para ver a su padre, que tenía cáncer de pulmón con metástasis ósea.
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Martín Garay tenía 61 años y lo diagnosticaron en abril de este año, pero la enfermedad avanzó tan rápido que el 10 de agosto los oncólogos que lo trataban le informaron que ya no había más nada por hacer. Se encontraba con cuidados paliativos en su domicilio de Quines, un pueblo de menos de 10 mil habitantes al norte de San Luis.
Desde el 11 de agosto que las mujeres intentaban ir a visitarlo, pero siempre las rechazaron. “Las siete primeras solicitudes fueron negadas por no tener domicilio en la provincia. En las otras los motivos fueron cambiando pero el resultado fue el mismo”, había detallado Victoria antes de emprender viaje.
Esta historia es similar y se suma a la muerte de Solange Musse, cuyo padre viajó desde Neuquén, pero no pudo entrar a Córdoba para despedirla mientras ella estaba internada siendo paciente de cáncer terminal.