Patricio Pioli llegó a esta instancia detenido e imputado por “coacción y lesiones leves calificadas” en contra de su expareja, y también por filtrar fotos y videos íntimos tomados mientras tenía una relación con la mujer.
A cuatro años del primer caso de pornovenganza que llegó a un juicio oral en el país, hoy se conocerá el veredicto contra Patricio Pioli, el tatuador acusado por los delitos de “coacción y lesiones leves calificadas” contra su expareja, Paula Sánchez Frega.
La joven víctima logró llevar a juicio a su exnovio después de que él difundiera en Internet videos sexuales en donde aparecían ambos tomados mientras duró la relación.
La Fiscalía de La Rioja pidió 5 años de prisión efectiva para Pioli por la difusión de contenido íntimo sin consentimiento. Mientras, la defensa solicitó la absolución. A través de un comunicado que publicó en las redes, en las últimas horas la agrupación Ni Una Menos de esa provincia advirtió: “Nos preocupa que una reducción de la pena pudiera dejarlo impune ya que se le descontaran un año y medio de una prisión domiciliaria que no respetó”.
En diálogo con los medios locales, la víctima explicó a partir del cuarto mes de noviazgo con Pioli empezó a sufrir “situaciones de violencia física, verbal y psicológica y además problemas por la violencia que ejercía sobre mis animales”. “Cada vez que quería dejarlo me decía todo el tiempo que iba a difundir las cosas que él tenía. Aguanté por un montón de tiempo hasta que no di más porque las situaciones de violencia eran cada vez más graves”, agregó.
A pesar de las acusaciones, el tatuador siempre insistió en su inocencia, dice que le robaron el celular y que él es tan víctima como Paula Sánchez Frega, la mujer que lo denunció. “Me estoy comiendo el garrón de mi vida”, afirmó.
