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Tartagal: un médico le negó asistencia a una joven que se desangraba

El médico Patricio Parra Marin fue denunciado por incumplimiento a los deberes de funcionario público: lo acusan de ejercer violencia de género y obstétrica.

Una mujer denunció a un médico del hospital Juan Domingo Perón de Tartagal en Salta, por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

Es que, de acuerdo a la acusación, el médico tocoginecólogo Patricio Parra Marin se negó a brindar asistencia a una joven del pueblo toba de 18 años que se desangraba porque creía que se había hecho un aborto.

La madre de la chica dijo que el profesional la golpeó en el brazo, ya que logró interponerlo para que no le pegue en la cara y contó que otra médica realizó un diagnóstico “de aborto” sin exámenes pertinentes cuando en realidad la joven no estaba embarazada y tiene otro problema de salud.

La madre de la joven Clara Pistan contó que alrededor de la 1.30 o dos de la madrugada del sábado solicitaron una ambulancia porque su hija se desangraba. Una vez en el Hospital, el chofer les indicó que subieran al primer piso y pidieran la asistencia de una enfermera.

Pistan tuvo que ponerle una toalla a su hija porque perdía mucha sangre, buscó a la enfermera y ésta la hizo ingresar a un consultorio; posteriormente fue a buscar al médico para que la atendiera.

“El doctor vino, le puso un gel a mi hija para hacerle una ecografía, empezó a gritar ‘tengo que esperar una hora, no se ve nada, tiene que tomar agua’”, aseguró la mujer a Salta/12 y precisó que el médico se fue “de nuevo a dormir y apagó la luz”.

Pidiendo ayuda para su hija, la mujer relató que luego de que una mujer dio a luz el doctor volvió y le pidió que sacara a la joven desangrada del consultorio. “El médico me decía que si yo estaba tan apurada que pague una ecografía o que la revise yo. Le dije que no soy doctora. Agarro mi celular y el doctor dice: ‘que llamen a la Policía porque está grabando’. Le dije ‘me llevo a mi hija pero voy a hacerle la denuncia a usted’”, relató la madre y denunció que dos empleadas de seguridad la empezaron a “patotear”.

Recién a las 5 de la mañana una médica las atendió y le tomaron los datos de la chica y la asistieron y “le pusieron sangre, porque había quedado anémica, al último ya se desmayaba”.

El martes la joven fue dada de alta. Pistan aseguró que otras personas le comentaron que son frecuentes los casos de maltrato.