El campeón panamericano dijo que se cansó de esperar. “El remo ya tiene el protocolo aprobado y no hay ningún riesgo de contagio porque entrenamos solos. Me cansé y me siento discriminado, por eso vuelvo a entrenarme”, dijo Ariel Suárez.
Con la vuelta a los entrenamientos en el fútbol argentino, un remero bonaerense se mostró indignado y, aunque no está permitido en su disciplina, volvió a los entrenamientos en el Río Lujan, en Tigre.
Se trata de Ariel Suárez, quien en su regreso al contacto con sus remos y el bote, reconoció que se cansó de “esperar”. “El remo ya tiene el protocolo aprobado y no hay ningún riesgo de contagio porque entrenamos solos. Yo estoy con mi bote y nada más. No entiendo por qué los futbolistas pueden entrenarse y yo no. Me cansé y me siento discriminado, por eso vuelvo a entrenarme”, sostuvo Suárez.
El campeón panamericano y finalista en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se puso a llorar cuando terminó su primer entrenamiento. “No daba más, necesitaba volver a entrenarme. Vamos cinco meses y esto no es un capricho”, dijo ante TN.
Suárez había participado de una marcha frente a la residencia de Olivos en donde deportistas de varias disciplinas protestaron para que se habilite sus entrenamientos.
Este comportamiento por fuera de lo reglamentario, podría traerle problemas con la beca del ENARD que recibe mensualmente por tratarse de un deportista de alto rendimiento que representa a la Argentina.
“No tengo miedo porque plata nunca tuve. Vengo de una familia muy humilde y si me quieren sacar la plata, no hay problema. Esto no lo hago por plata, lo hago por pasión. Y tampoco tengo miedo de ir preso, porque del agua solamente me sacan preso”, agregó.
Suárez fue campeón Panamericano en 2011 y 2019, subcampeón mundial en 2011 y finalista en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 donde consiguió un diploma olímpico por su cuarto puesto.