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Tras el motín en Florencio Varela, preparan un protocolo para que vuelvan las visitas a las cárceles

El Servicio Penitenciario Bonaerense prometió avanzar en la medida luego de que internos de Florencio Varela se amotinaran para visibilizar el reclamo.

Luego de que internos de la Unidad 42 de Florencio Varela llevaran a cabo un motín durante varias horas para visibilizar su reclamo, el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) aseguró que se está armando un protocolo sanitario para el regreso de las visitas familiares a las cárceles.

Los reclusos, que se atrincheraron en los pabellones con los brazos envueltos en frazadas y cuchillos, terminaron la protesta cuando el fiscal de turno Christian Granados, del Departamento Judicial de Quilmes, intervino en el conflicto, dialogó con ellos y les adelantó que tanto el ministro de Justicia bonaerense Alak como el jefe del SPB, Xavier Areses, estaban diseñando justamente un protocolo.

Las visitas a los detenidos no solo son de carácter afectivo, sino que los familiares también llevan comida, ropa, cigarrillos y elementos de higiene personal.

 “Está todo ´empalomado´ acá. Queremos visitas de nuestras familias, estamos todos los pibes acá afuera y vamos a ir por todo”, dijo uno de los detenidos en uno de los videos que se grabaron dentro del penal.

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La suspensión de las visitas familiares comenzó el 18 de marzo, pocos días antes de que el Gobierno decretara el aislamiento social, preventivo y obligatorio, cuando los presos estuvieron de acuerdo en la medida para no exponerse ellos ni sus seres queridos.

En aquel momento, 27.080 personas, de un total de 43.660 presos en unidades dependientes del SPB, se sumaron a la campaña de prevención del coronavirus, que incluyó el cese de las visitas familiares hasta nuevo aviso, que se extendió hasta ahora. El resto optó por una medida intermedia, que fue acotar las mismas a únicamente familiares directos solamente de lunes a viernes.

Desde el SPB consideraron que no se trató de un motín sino de un hecho menor: los presos solamente cerraron el pabellón para protestar y grabar videos.