En un juicio abreviado pedido por los mismos acusados, aceptaron su culpa en la balacera que casi le cuesta la vida a los oficiales Lucrecia Yudatti y Fernando Pengsawath.
Los hermanos Cristian y Martín Lanatta fueron condenados a 13 años de prisión y Víctor Schillaci a 7. Fue en un juicio abreviado por el tiroteo en el que hirieron a dos policías en la localidad de Ranchos tras fugarse de la cárcel de General Alvear en 2015.
El Tribunal Oral y Criminal Nº 1 del Departamento Judicial de La Plata los condenó por “tentativa de homicidio agravada”.
Tras el fallo, uno de los condenados, Martín Lanatta negó ser partícipe del hecho: “Nosotros no pasamos por Ranchos y tampoco utilizamos el vehículo que figura en el expediente. Se ha acordado un juicio abreviado que no implica culpabilidad, simplemente por una cuestión técnica, para continuar con la progresividad de las otras penas”.
En tanto, una de las víctimas del caso, la policía actualmente retirada Lucrecia Yudatti presenció el juicio y se manifestó “conforme” con el fallo. “Me da mucha bronca verlos y que hablen de humanidad porque no la tuvieron con nosotros. Pero agachan la cabeza y yo la tengo bien alta”, señaló la expolicía que quedó con graves secuelas por la agresión. El otro policía agredido Fernando Pengswath, no presenció el juicio.
Por la fuga que ocurrió el 27 de diciembre de 2015, los tres ya habían sido condenados a la pena de 7 años y 6 meses de prisión, y también a 10 y 8 años por un incidente en el que se enfrentaron a tiros con gendarmes e hirieron a uno, robaron un utilitario y balearon una camioneta de Gendarmería en la provincia de Santa Fe.
Los Lanatta y Schillaci ya habían sido condenados en el año 2012 a la pena de prisión perpetua por el triple crimen de General Rodríguez, ocurrido en agosto de 2008, en el que fueron asesinados Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, vinculados al tráfico de la efedrina.
