La mujer aportó como pruebas más de 90 fotos y videos del abuso. Alfredo Chade está preso tras ser acusado de abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores
Un hombre de 61 años fue detenido tras la denuncia de una mujer por abusar sexualmente con acceso carnal y corrupción de menores.
Alfredo Chade director del Museo Molino San Francisco de la localidad riojana de Chilecito supo ganarse la confianza de una familia a tal punto que la nena comenzó a llamarlo “Lelo”. Era como un familiar para ella, hasta que los paseos que solían hacer a solas se volvieron un infierno.
Durante tres años, la menor soportó sus abusos sexuales hasta que en enero de este año, con apenas diez años de edad, decidió contarle ese “secreto” a su mamá. “Parecía una persona intachable y no lo es. Es un monstruo. Hay pruebas donde sale él, su voz, su cara, su casa, el museo y mi hija”, afirmó Alejandra Arias la madre de la menor que trabajó para Chade.
“Aportamos a la Justicia las pruebas fílmicas que relatan este hecho aberrante.Ahí se ve cómo una criatura sufre en manos de un perverso”, agregó David Calipo el abogado que representa a la menor en diálogo con Infobae.
Entre las pruebas que aportó la familia en la causa investigada por el Juzgado de Instrucción Nº2 de la doctora Virginia Illanes y la fiscal Analía Alcaraz hay conversaciones de WhatsApp y audios que sirvieron como prueba para determinar, en principio, que el hombre habría abusado sexualmente de ella de manera “ultrajante”.
Luego, la aparición de fotos y videos de la presunta violación, que fueron aportados a la fiscalía por la querella de la familia, cambiaron su situación procesal. Chade podría recibir una condena de 30 años.
Las pruebas son alrededor de 30 videos y más de 60 fotos que le llegaron de forma anónima luego de la detención de Chade. “Él se filma en modo selfie y se ve cómo mueve la cámara para que toda la escena del abuso entre bien en el plano. Son muchos videos cortos. Algunos duran apenas segundos y otros llegan al minuto. Se observa que muchos de ellos fueron filmados un mismo día. Pero queda claro que usó su casa de Chilecito, el museo y su casa de Santa Florentina para hacer esas filmaciones”, explicó Calipo, quien sospecha que “alguien de su entorno a quien mandó a destruir esas pruebas lo traicionó” y le hizo llegar ese material.
En su declaración, antes de la aparición de la cámara oculta, Chade acusó a la madre de la menor de hacer “por despecho”. “Dijo que como manteníamos una relación oculta y él no quería blanquearlo yo quise perjudicarlo. Eso es mentira. Él tiene a su mujer y a sus hijos y jamás pasó algo entre nosotros. Era mi jefe y nada más”, se defendió la mujer.
Al ser indagado tras el material fílmico y fotográfico, se negó a hacer declaraciones. El abogado Rafael Ocampo, que representa a Chade, defendió al hombre y remarcó “tiene 61 años y no se vuelve degenerado a esa edad. Cuando es degenerado es de chico, no espera a ser tan viejo. En este asunto hay una tergiversación de las cosas. Yo aseguro que Chade no es una persona ni maniática, ni obsesiva, ni degenerada”.
La estrategia de su defensor es poner en duda la veracidad de los videos, por lo que la Justicia puso a peritos oficiales y de parte a analizar el material.
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