En el juicio abreviado, la mujer de nacionalidad boliviana reconoció ser la dueña de todos los estupefacientes encontrados, desligó a su pareja de cualquier responsabilidad, pero dijo que el dinero incautado no era de ella, sino de una vecina.
En menos de 48 horas después del procedimiento, la mujer detenida por vender drogas en un cochecito de bebé aceptó los cargos y, con esto, la fiscal en lo Penal, Contravencional y de Faltas porteña Andrea Verónica Scanga la condenó a tres años de prisión.
La joven de 22 años y nacionalidad boliviana fue atrapada el 30 de enero por una patrulla de la Policía de la Ciudad en la villa 31 bis cuando vendía cocaína y marihuana que escondía en un cochecito de bebé. La mujer estaba acompañada de un hombre y varias personas alrededor realizando la maniobra conocida como “pasamanos”.
Los efectivos lograron detener primero a la mujer, a quien le encontraron en el interior del morral que cargaba 66 envoltorios plásticos con cocaína, 100 gramos de marihuana, y la suma de 82.000 pesos, en el interior de un pañal que llevaba consigo. Mientras que al hombre que iba con ella e intentó ayudarla a evadir a los oficiales, le encontraron 30 envoltorios con cocaína.
Durante la realización del juicio abreviado la mujer reconoció ser la dueña de todos los estupefacientes encontrados, desligó a su pareja de cualquier responsabilidad y declaró que el dinero incautado no era de ella, sino de una vecina, por lo que se la condenó a 3 años de prisión en suspenso, por no tener antecedentes, y la obligación de cumplir determinadas pautas de conducta tales como la realización de 10 horas mensuales de tareas de tareas de utilidad pública en Cáritas Argentina por el termino de 3 años.