El personal de la comisaría alertó de lo acontecido a sus superiores, que ordenaron un operativo en la zona. Lograron recapturar a los pocos minutos a dos de ellos.
Cinco presos se escaparon ayer de una comisaría del barrio porteño de Villa Luro, pero dos de ellos fueron recapturados en las últimas horas.
Fuentes policiales informaron que se trata de reclusos que estaban alojados en la comisaría vecinal 10 C de la Policía de la Ciudad, ubicada sobre la calle Basualdo al 165.
Los sujetos escaparon tras, aparentemente, haber limado uno de los barrotes del lugar. Todo ocurrió cerca de las 14, cuando los reclusos se encontraban en el patio de esa dependencia cumpliendo con su horario de recreación.
Una persona que pasaba por el lugar vio a los delincuentes saltando los muros del edificio y rápidamente lo informó a las autoridades del establecimiento, que procedieron a ordenarle al resto de los internos que regresaran inmediatamente a sus celdas.
Fue entonces que iniciaron el recuento de los detenidos y así notaron que faltaban cinco de ellos: Germán Darío Havad, acusado de «encubrimiento agravado»; Diego Maximiliano Lezcano, con prisión preventiva por «averiguación de ilícito»; Bernardo Emanuel Blanco, de 40 años y con una causa por «tentativa de robo»; David Javier Sain, investigado por «robo agravado por el uso de arma de fuego»; y Agustín Lartigau, acusado de idéntico delito.
El personal de la comisaría alertó de lo acontecido a sus superiores, que ordenaron un operativo en la zona y de esta manera lograron recapturar a los pocos minutos a Lartigau y Sain, mientras que los otros tres presos continuaban siendo intensamente buscados.
Por otra parte, los uniformados revisaron el patio de la dependencia y descubrieron que en una de las paredes del patio faltaba uno de los barrotes que se encuentran como medida perimetral, por lo que se cree que fue por ese lugar por donde escaparon los reclusos.
Por su parte, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D´Alessandro, renovó sus críticas al Servicio Penitenciario Federal (SPF) por esa situación.
«El Servicio Penitenciario Federal nos cerró las puertas en una clara intencionalidad política para perjudicarnos. Hay 1.500 policías que en vez de estar cuidando a los vecinos en las calles están en las comisarías cuidando presos y no fueron entrenados para eso», remarcó D´Alessandro.
Desde el inicio de la pandemia y la implementación de la cuarentena, el SPF aplicó una política que derivó en un virtual cierre de recepción de personas detenidas en dependencias de la Ciudad de Buenos Aires, lo que llevó a que los detenidos estén fuera del sistema legal vigente.
El 20 de marzo de 2020, la Ciudad tenía 61 detenidos en Alcaidías y ninguno en comisarías, mientras que en la actualidad ese número se incrementó a 910 presos cuando la capacidad es de 250.