Luciano Napolitano está detenido por amenazas de muerte, lesiones y privación de la libertad de su concubina. El próximo sábado la víctima, ampliará su declaración en la fiscalía.
La Justicia de San Isidro rechazó excarcelar del hijo de Pappo, por lo que seguirá preso por violencia de género, acusado de haber amenazado de muerte, golpear y privar de su libertad a su pareja.
El juez de Garantías N°5 de Tigre, Diego Martínez, rechazó el planteo de la excarcelación que había presentado Luciano Emilio Napolitano y al que se había opuesto la fiscal de la causa, Mariela Miozzo, de la UFI de Violencia de Género de dicha localidad.
De esta manera, Napolitano seguirá detenido acusado por los delitos de “lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género en concurso real con amenazas, privación ilegal de la libertad agravada y tenencia ilegítima de arma de guerra”.
El próximo sábado la víctima, Mariel Oleiro, ampliará su declaración en la fiscalía y en base a lo que cuente, se podría complicar la situación del cantante argentino.
“En su declaración original, la víctima no pudo contar detalles que sí narró ante el personal especializado que está haciendo el seguimiento, y también podría denunciar otros episodios previos que incluso contó en distintos medios de comunicación y aún no estaban formalmente denunciados”, señalaron fuentes judiciales.
El hecho
Ocurrió el lunes 24 de mayo, en una casa de Tigre donde tanto la víctima como el acusado compartía desde hacía cuatro años.
De acuerdo a la declaración de la víctima, la mujer le pidió a Napolitano las llaves para ir a comprar comida para sus mascotas y él comenzó a insultarla y golpearla, también la roció con alcohol e intentó atropellarla con la camioneta y la dejó encerrada en el quincho de la propiedad hasta que al día siguiente logró escapar y llamó al 911.
Luego de una serie de allanamientos, el hombre de 46 años fue detenido dos días después durante la madrugada y puesto a disposición de la justicia.
En la casa se secuestró un revólver calibre 38 cargado y municiones del mismo calibre, algunas de las cuales habían sido percutadas y, según las fuentes, el acusado no tiene permiso de tenencia ni portación del arma.