La semana pasada se le hizo la pericia psicológica a la víctima y los resultados se conocerán la próxima semana. Pese a ello, para la fiscal la instrucción está terminada y no tiene dudas de que el futbolista le pegó, maltrató y amenazó a su exnovia.
La fiscalía de la Unidad de Investigación (UFI) N° 3 de Esteban Echeverría pidió la elevación a juicio oral de la causa por violencia de género contra el futbolista de Boca, Sebastián Villa, denunciado por presuntos golpes contra su expareja Daniela Cortés.
La semana pasada, la víctima fue sometida a una pericia psicológica por parte de dos psicólogos del equipo forense del departamento judicial de Lomas de Zamora y de una psicóloga sumada por la defensa del futbolista.
Si bien los resultados se conocerán la próxima semana, para la fiscal Verónica Pérez la instrucción está terminada y no tiene dudas de que Villa efectivamente le pegó, maltrató y amenazó a su exnovia. Es por ello que pidió que se haga el juicio de la causa conocida como “amenazas y lesiones leves en el contexto de violencia de género”.
Ahora, el pedido está en manos del juez Javier Maffucci Moore, y según detalló el diario Olé, reviste en que el plazo procesal “está próximo a vencer y con la prueba colectada se verificó la probabilidad de que la instancia requiere en cuanto a amenazas coactivas y lesiones leves, pero no así la coacción agravada, por lo cual se le bajó la calificación”.
Pese al avance judicial, el futbolista colombiano no está impedido por la Justicia para seguir jugando en Boca. Por el momento, para las autoridades no existen trabas para que el futbolista siga disputando los encuentros, con el argumento de que es su trabajo y es un derecho que prima.
Ahora, se espera si los directivos del club tomarán alguna decisión en su contra como lo hicieron en el momento de conocer los hechos, cuando lo separaron por un tiempo del plantel.
La denuncia por violencia de género
Daniela Cortés, de 25 años y también colombiana, denunció penalmente a Villa el 28 de abril del año pasado, por lo que el futbolista fue acusado inicialmente por el delito de “lesiones leves calificadas por el vínculo y por tratarse de un hombre contra una mujer, mediando violencia de género en concurso real con amenazas coactivas agravadas”.
Cuando Cortés hizo la presentación judicial, la institución de la Ribera prescindió del futbolista y hasta estuvo a punto de venderlo, pero las ofertas no prosperaron.