Advirtieron que no están dadas las “condiciones sanitarias, ni de infraestructura ni salariales” y peligra el regreso a las aulas. El Gobierno había anticipado que les descontaría el día a quienes tomaran la medida de Fuerza. Ayer se presentó el protocolo definitivo.
A días del inicio de clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires, el gremio docente Ademys advirtió que no están dadas las “condiciones sanitarias, ni de infraestructura ni salariales” y peligra el regreso a las aulas.
Es por eso que el gremio de docentes porteños convocó a un paro de 72 horas (miércoles, jueves y viernes próximos) y peligra el retorno a las aulas.
La medida de fuerza fue decidida tras una asamblea en el sindicato y el anuncio se llevó a cabo horas después de que el jefe de Gobierno presentara el protocolo definitivo para la vuelta a la presencialidad, que será de forma escalonada.
“Empujan una vuelta a clases presenciales mientras todos los indicadores muestran que el nivel de contagios está por encima de lo recomendado para dicha apertura, siendo un contexto de muchísimo riesgo, que -como ocurriera en otros países- se prevé generará un incremento de contagios y muertes evitables”, sostuvo el comunicado de Ademys.
Y detallaron: “En todos estos meses el gobierno no ha realizado las obras de readecuación de los establecimientos educativos, las aulas no ventilan al exterior ni tienen el tamaño adecuado. No están en condiciones los baños, no se ha realizado la limpieza de los edificios, en muchos de los cuales hay hasta excremento de ratas y ratas muertas, por poner solo algunos ejemplos”.
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“Se han registrado muchas irregularidades en la toma de temperatura al ingresar a los establecimientos, termómetros que no fueron enviados o no andan, dispensers de alcohol en gel vacíos, etc. Esto evidencia que es el propio ministerio de Educación el que no garantiza las condiciones mínimas para llevar adelante el Protocolo establecido”, cerraron.
Desde las autoridades de Ciudad anunciaron que descontarán los días a quienes no se presenten en los lugares de trabajo.
La ministra de Educación Soledad Acuña, dijo que “los docentes tienen derecho a hacer manifestaciones en contra de las medidas del Ejecutivo, pero si no quieren ser sancionados, deben pronunciarse ‘de otra manera’, sin afectar la vuelta a las escuelas”.
El secretario adjunto de Ademys, Jorge Adaro, había apuntado contra la ministra en su momento diciendo que las autoridades porteñas “proponen burbujas de hacinamiento” para el retorno de la presencialidad en las aulas.