La joven se encuentra internada en un pabellón psiquiátrico, mientras se peritan los teléfonos de ambos en busca de motivos para el trágico hecho.
Nahir Galarza (19) asesinó el viernes pasado a su novio Fernando Pastorizo (20), con una pistola 9 milímetros propiedad de su padre, un oficial de la policía de Entre Ríos.
La joven se entregó por su voluntad y pidió ser tratada en un hospital por encontrarse en estado de shock. Desde ese día se encuentra detenida en un pabellón psiquiátrico y prometió ampliar su declaración para contar los motivos que la llevaron a realizar ese crimen.
El fiscal de la causa, Sergio Rondoni, reveló que fueron secuestrados los celulares de ambos para entender, a través de mensajes, fotos y audios, el tono de la relación que mantenían los jóvenes.
Rondoni aseguró al canal A24 que Galarza y Pastorizo «tenían una relación conflictiva y bastante problemática que llevaba varios años». El fiscal llegó a esta conclusión parcial luego de haberle tomado declaración testimonial a familiares y amigos.