El letrado apuntó contra el procedimiento, aunque no descartó que no haya habido mala praxis.
“Está claro que Débora ingresó sana, sin ninguna patología declarada y sin ninguna situación severa y en menos de 15 o 20 minutos falleció de una manera muy crítica“. Así expresó el abogado Diego Pirota la posición de la familia de la periodista y legisladora Débora Pérez Volpin, fallecida el último martes durante una endoscopía.
“No necesitamos los resultados de una autopsia para saber que las lesiones las causó la endoscopía“, sostuvo el letrado. No coincidió con el perito de parte, doctor Ernesto Da Ruos, que había descartado que la endoscopia fuera la causa de las lesiones en esófago y estómago.
El abogado aclaró que la familia de la víctima no busca venganza alguna, y que “si no hubo mala praxis, lo van a aceptar”, pero que “quieren que saber lo que pasó”.
“Si la lesión fue por falta de prudencia, por un error involuntario o por el mismo procedimiento, lo desconozco pero existió. Si se ve un sangrado hay una lesión. No tengo dudas de que algo sucedió”, aseveró.
Pirota remarcó que las responsabilidad y causas de la muerte no se van a saber hasta dentro una semana, cuando estén listos los resultados de los exámenes de laboratorio hechos sobre el cuerpo de Pérez Volpin.
