Fue durante el acto conmemorativo a seis años de la mayor tragedia ferroviaria de la historia argentina.
A las 8:32 del 22 de febrero de 2012, una formación del tren Sarmiento no frenó a tiempo en la terminal de trenes de Once y terminó con la vida de 51 personas. Hoy, seis años después, a las 8:32 sonó la sirena en recuerdo a aquellas víctimas del terrible accidente ferroviario.
La convocatoria fue en el andén 1 de la estación, con la lectura del documento en que los familiares reclamaron una vez más por la confirmación de las 21 condenas del juicio de 2015 y la sentencia contra el ex ministro de Planificación Julio De Vido.
«De Vido parecía intocable y tuvo que dar explicaciones. Está preso, pero no por la masacre», sostuvieron los familiares, quienes luego se movilizaron hacia Plaza Miserere para colocar una ofrenda florar en el monumento dedicado a las víctimas.
Las críticas no finalizaron en De Vido. El ex ministro de Transporte Florencio Randazzo, quien la semana pasada declaró en el segundo juicio por la tragedia, fue otro de los apuntados por los familiares.
«Fue un furibundo kirchnerista y después trató de diferenciarse. En su campaña proselitista (como candidato a senador por el PJ) usó a los cuerpos sin sonrojarse», cuestionaron. «Se sentó en el tribunal y tuvo que decir la verdad: que cuando le asignaron Transporte había serias deficiencias. Aunque eso no lo exculpa», acusaron.
«Siempre hemos respetado los tiempos de los jueces, pero les queremos hacer saber que estamos esperando ansiosos el día que los corruptos vayan presos. Cómo haremos para pensar que no es lo mismo ser un delincuente que no serlo. El Estado argentino tiene deudas en general y con los familiares de las víctimas de Once en particular», leyó María Lujan Rey, una de las voces de los familiares.
«Ya pasaron seis años desde que perdimos a nuestros seres queridos, queremos que la Cámara de Casación confirme las condenas que fijó el tribunal en diciembre del 2015 y que los responsables vayan a cumplir su pena a la cárcel como corresponde», cerró Rey.