A dos años del crimen ocurrido, donde fueron violadas y asesinadas María José Coni y Marina Menegazzo, las jóvenes mendocinas que viajaron a la ciudad turística, los familiares dicen que “Ecuador todavía tiene mucho más por investigar y decir sobre lo que les pasó”.
A pocos meses de realizarse el segundo juicio por el cual fue condenado José Luis Pérez Castro (31) a 40 años de prisión, los familiares de Majo y de Marina exigen que se abra la tercera investigación.
“En la pruebas de ADN había varios perfiles genéticos, todavía la Justicia no se ha expedido del resto de los partícipes de la violación y de la muerte de las chicas. No sé qué están esperando que les pidamos por favor que lo hagan”, cuestionó Gladys Steffani, mamá de Majo.
Castro fue acusado de homicidio agravado «por colocar a las víctimas en una situación de indefensión, inferioridad para aumentar el dolor”. Tras dictarse la sentencia, los allegados al acusado increparon a las familias de las jóvenes asesinadas.
“María José murió de un golpe en la cabeza, pero a mí nadie me explica por qué mi hija tenía una pierna quebrada, por ejemplo”, advirtió Steffani.
En los estudios de ADN practicados a los cuerpos se determinó la existencia de 5 perfiles genéticos, de los cuales aún restarían identificarse al menos dos hombres.
Los primeros sospechados y condenados fueron Alberto Segundo Mina Ponce y Aurelio “El Rojo” Rodríguez, quienes fueron sentenciados a 40 años de cárcel por el homicidio, pero no por el abuso sexual.
Esta tarde a las 18, los familiares y amigos de Majo y Marina realizarán una misa en la plaza detrás de la Terminal de Ómnibus, donde las chicas ayudaban a las personas de escasos recursos.