Relató situaciones de acoso con una de sus hijas mientras el presunto femicida de Camila vivía en su casa.
Carlos Varela (40), el único detenido por el femicidio de Camila Borda, ve complicada cada vez más su situación por el testimonio de la gente que lo conocía antes del hecho que sacudió a la localidad de Junín, provincia de Buenos Aires.
«Lo tuve viviendo un año más o menos en mi casa, porque se había peleado con la familia. Hasta que lo eché, porque hubo cosas raras, como que codiciaba a mis hijas. Vi situaciones que no me gustaron», reveló la ex cuñada de Varela en declaraciones a la Verdad Online de Junín.
«A mi hija más grande la agarraba porque la quería llevar a tomar helado, decía que le iba a dar todo. Que si precisaba algo se lo pidiera. Llegaba a traer ramos inmensos de rosas para una de las nenas. No son cosas que una persona normal, que un hombre grande hace con criaturas», relató la mujer.
Estos hechos ocurrieron hace cuatro años y durante largo tiempo la mujer no supo nada del hermano de su ex pareja. Hace cuatro meses lo contactó su cuñada:»Me llamó mi cuñada y me pidió que si Carlos pasaba a buscar a mi hija, no se la dé porque había pasado algo. Había manoseado a su nene o algo así”.
Camila había sido vista por última vez el domingo pasado por la mañana y los padres ya habían denunciado su desaparición. Cuando encontraron el cuerpo, estaba con las manos atadas, la cabeza cubierta por una bolsa, un cable sobre el cuello y adentro de la bañadera.