El ministro de Justicia, Germán Garavano dijo: “El presidente puede opinar”, en relación a lo que el mandatario expresó tras el fallo del magistrado.
El Gobierno salió al cruce del juez Eduardo Farah, uno de los camaristas que falló a favor de la liberación del empresario kirchnerista, Cristóbal López, que ayer recomendó que el Presidente «tendría que medirse» antes de criticar el fallo.
«No tiene sentido generar una discusión en torno a esto. Pero por supuesto que el Presidente puede opinar sobre el fallo y lo que ellos resolvieron es, al menos, discutible», dijo el ministro de Justicia Germán Garavano, quien reafirmó que la decisión de Farah y Jorge Ballesteros «manda una señal en la dirección equivocada para toda la comunidad», según constató Clarín.
El funcionario le respondió así al camarista Eduardo Farah, quien anoche en una entrevista con el programa Animales Sueltos apuntó contra el jefe de Estado: «Creo que el Presidente fue mal informado, no creo que haya tenido tiempo de leer la resolución. Tiene derecho a dar su opinión, pero tendría que medirse un poco», había dicho.
En el Ministerio de Justicia cuestionan que los jueces «se metieron de manera incongruente en un tema (por el cambio de carátula de defraudación al Estado a evasión) que había resuelto Casación y que no pidió ninguna de las partes».
Consultado por los dichos de Farah quien para defender su accionar dijo que en el fuero federal no son «todos lo mismo», Garavano ironizó: «Sería bueno que explique qué quiso decir. Y que si tiene algo para denunciar que por favor lo ponga en conocimiento del Consejo de la Magistratura».
«Nos llena de indignación el fallo. Creemos que es una mala señal para todos los argentinos, sobre todo si uno se para en el lugar de un argentino que paga los impuestos como corresponde y de repente ve que hay un tipo que recauda 8 mil millones de pesos, no paga los impuestos y con eso hace innumerable cantidad de negocios; y de repente aparecen dos camaristas que dicen que eso no es una defraudación al Estado», insistió De Andreis, quien ofició de vocero de la reunión de Gabinete mostrando el enojo que existe en el Gobierno tras el fallo.