“Pantriste y El Viejo” negaron haber participado del homicidio de Leandro Alcaraz el domingo pasado, y describieron a dos sospechosos.
Los dos jóvenes detenidos por el crimen del colectivero Leandro Alcaraz (26), asesinado el domingo en Virrey del Pino, declararon durante siete horas ante los investigadores y negaron su vinculación con el homicidio. Además, apuntaron contra dos supuestos vendedores de droga del barrio.
Los detalles de la declaración se conocieron poco después de que trascendiera el video que uno de los dos acusados -identificado como “El Viejo” (18)- grabó desde el calabozo, en el que se adjudicó el crimen.
“Hola, buenas noches Matías, soy Pantriste, el que mató al colectivero… pido perdón por haber matado por un boleto”, confiesa el detenido, entre risas y burlas de otros presos. Por ese episodio fueron desafectados dos policías de la comisaría de Ramos Mejía.
Según informó TN, el joven su declaración ante los investigadores dio otra versión.
Aseguró que en el momento del crimen estaba en la puerta de su casa junto a dos amigos. Cerca de las 16.30, explicó, se acercó corriendo el otro sospechoso detenido, de 17 años, quien le contó que habían matado a un chofer de la línea 620 en una parada ubicada frente a la plaza San Pedro.
El joven, que dijo trabajar como ayudante de albañil y no tener antecedentes, contó que vio mucha gente. “¿Qué hizo después?”, le preguntaron. “Volví a la casa de mi madre. A la una de la mañana la Policía me pateó la puerta y me llevó detenido. Estuve detenido entre la una de la mañana y las ocho de la mañana. Luego me fui a mi casa y dormí hasta las cuatro de la tarde”, contestó.
Además, denunció que la Policía le decía que tenía que confesar el crimen. Dijo que le sacaron fotos y que esas imágenes después empezaron a circular.
En el final de su declaración, el sospechoso apuntó contra dos personas del barrio, de uno 30 años, quienes habrían sido identificados por el segundo acusado.
Los dichos del menor, de 17 años, fueron similares. Contó que salió el sábado a la noche y que el domingo durmió hasta las 16.20. “Mi hermano vino y me dijo que en la plaza habían matado a una persona”, relató, según informó TN.
El adolescente que fue a la plaza y que antes de llegar se cruzó a dos personas, una tenía un arma en la mano, y la otra venía tocándose la cintura. Según su relato, el arma que vio era un revólver de color negro.
Cuando le preguntaron si los conocía, respondió: “Sí, los conozco porque antes me vendían droga en el barrio. Uno es uno rubio, de rulos, y el otro es un gordito morocho. Los dos tienen 30 años”.
El adolescente aseguró que al otro día fue a trabajar como pintor y que su patrón le mostró que había fotos en redes sociales donde aparecía él y su presunto cómplice, señalado como los responsables del crimen.
Luego relató que fue a la comisaría con su mamá y que sufrió golpes. A raíz de esa denuncia, la Bonaerense fue apartada de la investigación y se convocó a Gendarmería.
Sobre los acusados a los que señaló, dijo que son paraguayos y que uno “suele gritar sapucai en la puerta de su casa, consume mucho alcohol y hasta tiene la costumbre de tirar tiros al aire”.
FUENTE: Clarin