El Sumo Pontífice aseguró que por “la discriminación, segregación y maltrato” que sufrió a lo largo de la historia. Y remarcó que “también los cristianos y los católicos no son ajenos a tanto mal”.
Durante un encuentro en la nueva iglesia de San Andrés y el beato Ioan Suciu, en Barbu Lautaru, Rumania, el Papa Francisco le pidió perdón a la comunidad gitana por la discriminación, “segregación y maltrato” que sufrieron a lo largo de la historia por los cristianos.
“Pido perdón —en nombre de la Iglesia al Señor y a vosotros— por todo lo que a lo largo de la historia os hemos discriminado, maltratado o mirado de forma equivocada, con la mirada de Caín y no con la de Abel, y no fuimos capaces de reconoceros, valoraros y defenderos en vuestra singularidad”, señaló y reconoció que “los cristianos y los católicos no son ajenos a tanto mal”.
Para el Papa, la indiferencia es la que alimenta “los prejuicios y fomenta los rencores” y exclamó: “¡Cuántas veces juzgamos de modo temerario, con palabras que hieren, con actitudes que siembran odio y crean distancias!”.
Francisco defendió la integración de esta comunidad y les animó a aportar algunas de sus señas de identidad, como “el valor de la vida y de la familia, la solidaridad, la hospitalidad, la ayuda, el apoyo y la defensa de los más débiles, el respeto a los ancianos, la religiosidad o la alegría de vivir”.
Volvé a ver Será Justicia sobre este tema: