Organismos de Derechos Humanos reclamaron medidas de protección sobre la niña para evitar su revictimización y estigmatización.
En el marco de la causa por abuso sexual agravado contra Lucía, la niña de 11 años embarazada producto de una violación por parte de su abuelastro y que vio impedido su derecho a acceder a una Interrupción Legal del Embarazo (ILE) por parte del sistema de salud estatal en Tucumán, la Justicia convocó a una audiencia de juicio abreviado para este viernes.
La audiencia se realizará en la Sala V de la Cámara Penal, a cargo de María Balcázar, donde se le dictará una sentencia al abuelastro de la niña, quien está acusado de haberla violado y embarazado.
“El Caso Lucía visibilizó los obstáculos y las violencias institucionales que enfrentan las niñas y las adolescentes embarazadas productos de violencia sexual para acceder a la interrupción legal del embarazo en Tucumán”, advirtieron las organizaciones Andhes y Cladem en un comunicado, en donde exigieron que el Estado profundice políticas públicas que busquen la prevención del abuso sexual en la niñez y la implementación de educación sexual integral en todos los niveles educativos tanto públicos como privados.
También, reclamaron a las organizaciones que acompañarán y a la prensa que cubra la audiencia cubrir la audiencia “con similar respeto” por la menor y su familia.
Respecto al caso, pidieron que la Justicia investigue las responsabilidades estatales “de quienes buscaron a forzar a la niña a continuar con su embarazo”, la investigación de “sectores antiderecho” que divulgaron la historia clínica de Lucía, violando así su privacidad y derecho a la intimidad.
Por el hecho, los médicos José Gijena y Cecilia Ousset fueron denunciados por homicidio luego de practicar la cesárea y el “cumplimiento de las medidas judiciales tendientes a garantizar a Lucía los derechos que le fueron negados ( vivienda, educación, salud, familia)”.
La nena de 11 años había sido violada por su abuelastro de 65 años y quedó embarazada. “Quiero que me saquen esto que me puso adentro el viejo”, había pedido la nena.
Sin embargo, pese a que la ley la amparaba a que pudiera someterse a una “Interrupción Legal del Embarazo”, no se llevó a cabo y por el avanzado esta de embarazado (cursaba 21 semanas de gestación) se le practicó la cesárea.
La pequeña, producto de la violación, pesó solo 600 gramos al nacer; la nombraron Faustina y hasta advirtieron que existían muchas personas con intención de adoptarla, pero murió a los 10 días.