Por causa del coronavirus, el Servicio Penitenciario Federal, y los provinciales, suspendieron las visitas de familiares por lo cual se hace imposible llevarles comida y artículos de limpieza a los detenidos. Hubo cinco muertos.
Luego de que el Gobierno ordenara el aislamiento obligatorio preventivo de la población hasta fin de mes, en Santa Fe se registraron, casi en simultáneo, dos motines donde cinco presos murieron.
Las cárceles de Las Flores y Coronda, se amotinaron el lunes en reclamo de mejores condiciones de los detenidos. Es que desde que el Servicio Penitenciario Federal, y los provinciales, suspendieron las visitas de familiares se hizo imposible acercarse a depositar comida y artículos de limpieza.
“El lunes 16 nos dieron la noticia de que quedaban suspendidas las visitas”, aseguró un interno de la Unidad Penitenciaria 2 Las Flores una semana después a Clarín. Ante esta medida se mostraron comprensivos “por precaución”, aunque hicieron algunos pedidos. “No les vamos a pedir que las porciones de comida sean más abundantes. Solo que las cocinen un poco mejor, porque ni un mendigo comería lo que sirven siempre. Y vamos a necesitar lavandina, detergentes y todo tipo de materiales de limpieza”, plantearon los detenidos.
El personal penitenciario planteó que el Ministerio de Salud no les había enviado materiales, y que había que esperar. Sin respuestas, este lunes por la tarde, durante el horario en el que se les permite salir a los patios de los módulos, empezaron los problemas: presos del Módulo 6 primero, y del 10 después, subieron a los techos. Los del 1, 2, 4 y 5 hicieron lo mismo.
Por lo sucedido se conocen varias versiones. En algunos audios se afirma que el Servicio Penitenciario entró con pistolas y ametralladoras, mató a un interno y que se cruzaron dos internos con problemas previos y pelearon. Otro grupo de presos se dirigió al módulo de detenidos por abusos y violaciones y mató a otros.
También se habla de detenidos que fueron capturados con heridas leves y luego aparecieron muertos. Incluso, en algunas se dicen que hay más muertos.
En la Unidad 1 de Coronda, la situación fue similar. De acuerdo a la versión de un interno testigo de los incidentes que dejaron como saldo un muerto y heridos, reciben un pollo que se cocina a la mañana y queda todo el día en una cámara de frío que no funciona. “Nos quedamos sin la comida que nos traían nuestros familiares y sin materiales de limpieza. Pedimos cloro, lavandinas, detergentes y nunca recibimos nada. Ni jabón para bañarnos”, aseguró en diálogo con Clarín.
“Algunos pibes están con principios de gripe y el personal médico se niega a atenderlos. Dicen que tienen miedo de contagiarse de ellos. La medida que toman es encerrarlos en una celda individual y darles fármacos. El agua está contaminada. Nos están dejando morir acá adentro. Nos tratan como animales”, precisó.